Para ponernos de acuerdo desde un principio y evitar cualquier tipo de confusión, convengamos que todos los mortales, incluidos usted y yo, tenemos momentos de extrema genialidad y otro tanto de suprema idiotez.
Sin embargo, el “idiota útil” vive sumido permanentemente en un estado de autismo, de autosatisfacción, y jamás toma conciencia de su poca o nula utilidad que le presta a la sociedad.
Entonces para ponernos definitivamente de acuerdo, le endoso la terminante definición de la “RISTEPEDIA”.