lunes, 2 de octubre de 2017

SEA UN VERDADERO DETECTOR DE IDIOTAS

Seguramente usted se encuentra, durante todos los días, con una gran cantidad de ellos.

Y también es muy probable que muchas de las cosas que dicen, usted las deje pasar. 

Por falta de tiempo a perder o bien porque no le interesa lo que el idiota le diga. Solo que al final de la jornada, usted estará tan saturado de estupideces, que sus nervios terminaran estallando. 


Por esto mismo y para evitar ese desastre, me ofrezco a darle un curso intensivo para detectar idiotas y así evitar nervios destrozados y la inútil pérdida de su tiempo  
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Ahora bien, según el diccionario de la Real Academia Española, esta palabra tiene cinco acepciones, pero tres de ellas son las importantes.

 La primera se refiere al idiota que padece de idiocia. Esta es una enfermedad mental donde el individuo tiene ausencia casi total de las facultades psíquicas o intelectuales.


Se la detecta a muy temprana edad. Generalmente su edad mental ronda los 3 a 5 años de edad. Por lo tanto, ellos están a salvo de cualquier crítica que yo pueda hacer.

La segunda acepción nos dice que es un adjetivo peyorativo o despectivo, y alude a una persona con poca inteligencia, que no entiende lo que se le explica o sucede a su alrededor.


Este tipo de idiota, como el anterior, también estaría disculpado, ya que es posible que tengan cierto retraso mental, pero menor gravedad. Y finalmente, aquí nos encontramos con el verdadero problema.

Ya que en la tercera acepción, se lo reconoce como a una persona engreída, pero sin ningún fundamento que lo sustente y para colmo de males, con escasa o nula inteligencia.

Tanto sus palabras como sus acciones resultan molestas, inoportunas y hasta irritantes.

La palabra idiota es sinónimo de imbécil, tonto, retrasado, deficiente mental, ignorante entre otros vocablos.
 
El ser un idiota constituye una plaga que se reproduce con extrema rapidez y su tara mental puede llegar a ser contagiosa si se convive mucho tiempo con ese individuo ya infectado.

 Por lo tanto, le nombraré sus características más resaltantes para que pueda identificarlos y no perder miserablemente su tiempo.

Amén de poner una buena distancia entre usted y el susodicho. 

01.- Ellos siempre tienen la razón: Jamás pierda su valioso tiempo discutiendo con un idiota. Todo lo que le diga será un argumento poco consistente para él. Únicamente es su opinión la que tiene validez. Y además de agotar toda su paciencia, será acusado de no saber polemizar.


02.- El tonto copia o imita: Pero no tiene la capacidad de aprender. Si le enseñan un chiste seguro que lo recitará, con ademanes y todo, en un funeral, para luego sentirse muy orgulloso con lo que ha hecho. 

03.- Inventan palabras: El imbécil en su necesidad de mostrar todo lo que sabe, creará nuevas palabras y que a toda costa intentará poner de moda (viralizar, estado etílico, lanzamiento en vez de presentación). Obviamente que empleará en su lenguaje palabras que piensa que le dan estatus cuando en realidad las utiliza mal.


04.- Nunca se equivocan: Jamás fallan, porque la razón está constantemente de su lado y una excusa, en la punta de la lengua, que los ha imposibilitado hacer lo correcto. 

05.-No tiene postura: El idiota es incoherente ya que en un primer momento le dirá una cosa y quince minutos más tarde, alegará todo lo contrario.


Por lo tanto usted será el culpable de entender muy mal lo que se le ha dicho.

06.- Les gusta creerse intelectuales: Por ese mismo motivo, constantemente están chupando las patillas de sus lentes.


O bien intentan fumar en pipa, aunque tosan dos días seguidos, porque para ellos la pose es lo más importante. 

07.- No inventa, plagia: El idiota no tiene la capacidad ni la imaginación para crear, aún igual, intenta codearse con la alta intelectualidad y pretende ser un consumado artista.


Su única habilidad es copiar de tal forma que es difícil atraparlo. Pero solo es una cuestión de tiempo que lo hagan. 

08.- Las mujeres también tienen lo suyo: Tienen poca educación y casi nada de ilustración; pero no, porque no hayan tenido oportunidad, si no por falta de interés.



Comen con la boca abierta, haciendo ruido y mascan chicles como vacas todo el santo día. Son perezosas hasta para levantar sus pies, por tal motivo, todos en la casa, la escuchan arrastrar cansinamente sus pantuflas. 
 
09.- Hace cosas de idiota: Por lo general siempre se desubica, como preguntarte una estupidez cuando se nota a la legua que estas muy apurado.

 
 
No contento, pretende toda tu atención. Si haces una llamada urgente por teléfono, será normal para él, interrumpirte por cualquier sonsera o bien, poner mucha atención en tu diálogo telefónico.

Por más cargado de bultos que estés, nunca se ofrecerá a darte una mano.   



10.- Son muy negativos: Ellos creen que en todo hay algo malo u obscuro. Que siempre los caminos tienen obstáculos insalvables y que si no siguen sus consejos, fracasaran rotundamente.


11.- Ellos tararean o silban: Melodías que son totalmente irreconocibles, pero que los idiotas tampoco conocen ni el titulo ni el autor de dicha música, ni tampoco les interesa saberlo.
 

12.- Se cree muy inteligente: El idiota está totalmente convencido que lo sabe todo.
 

Por eso, cree adentrarse en temas oscuros y desconocidos para todo el mundo, pero que él, los domina.
 

13.- El idiota es egocéntrico: Él piensa que es el centro del Universo y que todo gira a su alrededor.
 
Que los demás deben rendirle honores y pleitesías, convencido de su calidad humana e intelectual. 

14.- Nunca son graciosos: Sus chistes no tienen ninguna gracia y generalmente son muy mal contados.

  
Algunos idiotas se ofenden si uno no se ríe con ellos o no los entiende; y a otros, el tema les resulta totalmente indiferente.


Con todas estas características, usted ya tiene, al menos, una mínima idea de como detectarlos y no se encuentra desprevenido. 

Y ahora le doy tres sugerencias para poder defenderse de ellos, una vez que los ha ubicado.



La primera de ellas, es ignorarlos. En cualquier ámbito donde usted los encuentre, ignórelos olímpicamente, como si no existieran.


Ellos pretenden ser el centro de su atención y al no lograrlo, solitos se irán alejando. 

La segunda es no contradecirlos. Si no les puedes ganar, por lo menos, hazle creer que eres su aliado y que logró persuadirte.


En cuanto se distraiga, huye de ahí, lo más lejos que puedas sin ver para atrás. Y la tercera y última sugerencia es que pase lo que pase, no dejes que nada de lo que diga o haga, te afecte.

No le des la satisfacción de sacarte de tus casillas, pues es eso, lo que su retorcida mente busca: molestarte.

Muérdete los labios y cuenta hasta cien mil, pero no le des la satisfacción que te ha vencido. Si lo logras, inmediatamente buscará otra víctima. Creo haber cumplido con mi objetivo y ahora a poner en práctica todo lo aprendido.

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