A través de los años y de los muchos golpes que la misma vida te va dando, uno va aprendiendo muchas cosas, por lo general muy útiles y totalmente necesarias para la sobrevivencia física y espiritual en el planeta Tierra.
Enseñanzas tan básicas que ni siquiera se los puede aprender con la lectura de un libro, simplemente porque son elementos sumamente sutiles, que se deben conocer únicamente viviendo los continuos vaivenes de la vida.
¿Cómo se puede explicar con palabras, algo tan elemental, el pinchazo de una aguja cuando se aplica una vacuna?, o el torno del dentista, o expresar claramente todo lo que se siente durante un embarazo, o mientras se da el primer beso, o se realiza la primera relación íntima, o tal vez sintiendo el nacimiento de nuestro primogénito.