Fue la inglesa Florence Nightingale, quien le dio a la enfermería, una nueva dimensión, hasta ese entonces; creando un modelo conceptual que con ligeros cambios ha llegado hasta nuestros días. Esta mujer tenía una vocación de servicio tan grande, que hasta tuvo que enfrentar a sus padres y a todos sus familiares, en pos de un sueño: asistir a los enfermos y reconfortarlos en sus horas más amargas.
En aquella época, estaba muy mal visto que una mujer, de una clase social alta, desempeñara una tarea tan indigna como la de simple enfermera. Según los cánones no escritos, de ese tiempo, decían que la mujer debía casarse, formar una familia, cuidar de sus hijos y de su educación. Sin embargo, Florence contra viento y marea, hizo su voluntad y dándole a esta profesión, una valorización que no tenía.