jueves, 22 de mayo de 2014

LA VIOLENCIA PROVOCA FUGA DE INVERSORES

En estos últimos meses, todo nuestro querido sub-continente, se ha sumergido en un clima bastante enrarecido en cuanto a los negocios se refiere, tornándose ellos sumamente escasos. 


Sin embargo, esto no debería preocuparnos demasiado, ya que siendo grandes proveedores de materias primas, es lógico pensar que esto sea meramente coyuntural. 

Paraguay, en este sentido, es un gran privilegiado, al figurar entre los principales productores del mundo de materias primas agro-ganaderas. Por esto mismo muchos de los países totalmente industrializados han puestos sus ojos en nuestra región, siendo Paraguay un privilegiado al poseer una tierra muy fértil.

También, un clima templado, mano de obra medianamente calificada a un costo accesible, libre de plagas y aunque la mediterraneidad no contribuya mucho, igual se compensa con precios altamente competitivos para el mercado mundial. 

Ahora bien, nuestro país tiene todas las herramientas, a su alcance, como para provocar el ansiado despegue del atraso, la ignorancia y la miseria. Cosa que la catapultaría a una categoría mucho más elevada. 

Sin embargo, los dos puntos más importantes, que son la seguridad individual y la seguridad jurídica, ampliamente certificada en nuestra Carta Magna, sigue siendo una materia pendiente por parte de las autoridades de nuestro país. 

Es así que de las veladas amenazas del EPP, pasaron a los ataques a zonas de nuestro país con ausencia de Estado, siendo Azotey, en el departamento de Concepción, uno de ellos. Sus estancias, muy separadas una de otra, son invadidas permanentemente por sus “soldados”. 

Llegando al asesinato del tractorista brasileño Osni de Oliveira, en la estancia Terrado, por no haber hecho caso a sus amenazas. 

La idea es sembrar el temor y la preocupación en los asalariados y desalentar a los productores dedicados a la agroganadería. Cuando fueran estos juzgados, se les debería incluir también el cargo de traición a la patria.
Pero fue a raíz del último secuestro de Arlan Fick, un adolescente de 16 años, que hasta la fecha de entrega de este material, habían pasado casi 50 días de su desaparición, ha provocado una gran indignación entre la gente que invierte en el campo. 

La tristemente célebre pandilla de delincuentes que se hacen llamar Ejercito del Pueblo Paraguayo (EPP), nuevamente ha encontrado a otra inocente víctima con quien lucrar. 

A pesar que su padre atendió a todas las demandas de estos forajidos, incluido los 550 mil dólares americanos, pagados como rescate, Arlan Fick no fue devuelto, con la consiguiente desesperación de sus padres, parientes, amigos y compañeros de estudio. 

Esto hizo que las fuerzas productoras se movilizaran en solidaridad, pero también para deliberar entre ellos, sobre cuales eran los próximos pasos a seguir. 

Sin embargo, en un momento dado la Asociación Rural del Paraguay (ARP) y la Asociación de Productores de Soja (APS) manifestaron tener la suficiente confianza en la gestión que está realizando el presidente Horacio Cartes, en cuanto a la erradicación completa del peligroso grupo guerrillero EPP. 

Aunque esto causó cierto escozor entre muchos de sus afiliados, que no están totalmente de acuerdo con ninguna de las cúpulas directivas, ya que ellos se sienten completamente indefensos ante los arteros ataques a su bienes y empleados, según las manifestaciones de estos empresarios agro-ganaderos. 

Ellos se quejan que el Gobierno no está empleando todos los medios que tiene a su alcance para acabar con esta pandilla criminal. 

Alegan que se sienten totalmente desamparados, en medio de la tierra de nadie, mientras hieren o matan a su personal o bien queman a sus tractores o sus cultivos, como una fuente de intimidación. 

Incluso llega a tal punto la osadía de estos criminales, que no le temen siquiera a la misma institución policial, ya que atacan con total impunidad a sus puestos de control. 

Aunque suene muy doloroso comentarlo, cada una de las gestiones de los últimos 12 años han prometido acabar con este grupo, sin embargo no han podido conseguir ningún resultado realmente importante. 

Pero también no es menos cierto que el Servicio de Inteligencia los ha subestimado en su capacidad operativa.

En realidad hasta el presente momento, la actual gestión ha demostrado una total incapacidad para terminar con esta organización delictiva que no tiene más ideología que la de extorsionar a los inversores con el fin de embolsarse los dólares de los empresarios, que jamás comparte con los pobres que ellos mismos dicen ayudar a “liberarse”.

Supieron muy bien aprovechar el total abandono del Estado, en zonas tradicionalmente aisladas y postergadas de nuestro país, haciéndolas suyas, tal el caso de San Pedro y Concepción. 

Los secuestros de Fidel Zavala, el ganadero Luis Lindstron y ahora mismo, con la incertidumbre del paradero de Arlan Fick, está poniendo en alerta roja a gran parte de las fuerzas productivas del norte de nuestro país. 

Estas mismas fuerzas se quejan constantemente de la total impunidad con que gozan los traicioneros ataques del grupo de delincuentes a sus propiedades. Por lo que está comenzando a desalentar a las futuras inversiones tanto de extranjeros como la de nuestros compatriotas. 

Los ganaderos también soportan las reiteradas acometidas de los abigeos, desde la época de la colonia, sin embargo, casi nunca o muy pocas veces, estos bandidos purgan sus penas. 

El abigeato es un acto delictivo que sangra permanentemente a los inversores ganaderos, teniendo en cuenta que la recuperación del capital requiere por lo general de muchos meses de espera antes de su venta. Entre ganaderos y sojeros hay 700 inversores que extraoficialmente están colocando en venta a sus propiedades, para luego irse a radicar a otros países. 

Esto es realmente lamentable y bochornoso, en especial si esto tiene solución y puede cambiarse con solo que nuestras autoridades tomen sus obligaciones en serio, revertiendo así, el fracaso en este punto, de las anteriores gestiones.

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