Hablar de corrupción y de economía en negro, es prácticamente una verdadera redundancia, ya que una no podría existir sin la otra.
Es totalmente imposible comentar de una, sin que no haya ninguna referencia entre sí.
Y entre ambas se asocian para frenar completamente el desarrollo normal del ser humano. Y por ende a todo país que por desgracia lo padezca.
Esto podrá dejar completamente desprotegido y en total desventaja a un amplio sector de la población, ante aquellos que tengan mucho más poder adquisitivo.
Cuando uno evade sus impuestos, le priva primero al Estado, los recursos necesarios para afrontar todos sus compromisos, tanto internos como externos.
Segundo, serán los estratos más bajos de la sociedad quienes sentirán sobre sus espaldas, el impacto de toda esa merma, como también tal grado de corrupción.
Tercero, al haber menos entradas para el fisco, la salud, la educación y la seguridad
en las calles serán, por lo general, las primeras áreas que sentirán los recortes presupuestarios.
Los centros de salud y hospitales estarán mal abastecidos, tanto como los equipos y las edificaciones resentirán el mantenimiento.
Personal médico, de enfermería, auxiliar y administrativo mal pagado, lo que provocará, como lo más probable, que rápidamente se produzca una gran migración hacia la actividad privada.
Escuelas, colegios y universidades con material didáctico ultrapasado, sin capacitación para maestros y profesores, edificaciones con un bajo y deficiente mantenimiento edilicio y deficiente estado de higiene y limpieza.
Sin ninguna posibilidad de reequiparse y muchísimo menos, adaptarse tecnológicamente a los tiempos actuales.
Las universidades le recortarán el presupuesto a sus respectivos departamentos de investigación, cosa que les impedirá cortar el cordón umbilical con los países del llamado Primer Mundo.
Tanto el personal de la salud como el de la educación no les quedará otra opción que exigir sus reivindicaciones mediante las constantes huelgas, lo que de por sí ocasionara graves daños y trastornos a una población totalmente inocente, pero que igualmente será usado como rehén y método de presión.
Con menos recaudación, las fuerzas de seguridad deberán conformarse con un mísero presupuesto que lo pondrá en una total desventaja contra la cotidiana lucha contra la delincuencia.
Con sueldos al personal que no condicen con la responsabilidad ni el riesgo de vida que ellos corren. Pero también con esos sueldos tan bajos, prácticamente se los está empujando a que cometan innumerables actos de corrupción para sobrevivir.
También faltaran recursos para solventar la inversión en todo lo que sea infraestructura; caminos, rutas, puentes, aeropuertos equipados según las normas internacionales, hospitales y escuelas en lugares alejados de los grandes centros urbanos.
Redes de agua potables y cloacas, con tratamiento para las ciudades.
Centros de capacitación para gente sin recursos económicos y que se puedan defender permitiéndoles escapar del sub empleo para pasar a constituirse en pequeños empresarios.
Las empresas estatales serán todas ineficientes y casi rozaran siempre la quiebra técnica, siendo característico su escaso mantenimiento y muy poca producción.
En los países corruptos tanto las dependencias estatales como sus empresas estarán totalmente saturadas de empleados mediocres, ya que esto es una de las tantas formas de premiar a los seguidores incondicionales del partido que gobierne.
Existe un coeficiente llamado IDH o sea Índice de Desarrollo Humano, y en el cual existe una relación entre calidad de vida y la corrupción y por el cual se mide el progreso en conjunto de la población.
Paraguay está demás decirlo que está entre los dos último de Hispanoamérica, aún por debajo de los países de Centroamérica y el Caribe.
Y a excepción de Venezuela, sería el anteúltimo del Mercosur. Incluso Bolivia ha conseguido en los últimos años, despegarse bastante de Paraguay en un ascenso muy lento pero seguro.
En la composición del mencionado índice entran la deserción escolar, la cantidad de personas que cuentan con agua potable, la cantidad de personas que poseen una vivienda propia y también el porcentaje del déficit habitacional.
El número de muertos por hambre y desnutrición. La salud de la tercera edad, salud mental de la población, el nivel de inseguridad por cantidad de habitantes.
No es casualidad que el índice que más se acerque a Uno sea el de mejor calidad de vida como el caso de Chile y quien a Cero como Paraguay y Venezuela sean los más corruptos.
Esto se debe a que la economía subterránea le otorga a un desempleado, sin ningún tipo de preparación académica, una posibilidad de sobrevivir.
Sin embargo por otro lado le quita a todo su entorno familiar, la posibilidad de contar con un empleo seguro, con su jubilación al día y todos los beneficios sociales que la ley le otorga. A la larga aquel desempleado saldrá perdiendo.
Economía subterránea siempre se construye con datos falsos en la declaración jurada de producción de bienes y servicios, con el único fin de evadir impuestos o contribuciones.
Y se falsea la declaración porque la entrada “legal” no condice siempre con la salida consumista y es ahí donde la mayoría de los evasores pierden eternamente contra el fisco.
El probable origen del capital no declarado puede provenir, por lo general, de negocios ilícitos como la piratería, el tráfico de drogas, de armas, quiniela clandestina, prostitución, pornografía infantil, tráfico de mujeres, tráfico de influencias, por citar algunos ejemplos.
La corrupción permite que la economía subterránea fácilmente mueva muchos millones de dólares por día, rivalizando en muchos casos con la economía formal.
Y cuanto más floreciente sean dichos negocios, mucho más atrasado, ignorante enfermo y violento será por desgracia, dicho pueblo.
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