domingo, 11 de junio de 2017

GUÍA PRÁCTICA PARA CRIAR PEQUEÑOS DELINCUENTES

Como decía mi querida abuelita Fanny, “Los tiempos cambian y no siempre para mejor”. Y tenía toda la razón. 

La tecnología con más luces y sombras ha mejorado nuestro confort y calidad de vida si no que también abrió las puertas para nuevos mundos inexplorados, en todo el sentido de la palabra. 

Sin embargo, lo más triste y penoso que puedo observar hoy en día es la aberrante disociación entre la tradicional disciplina impuesta por el mismo derecho que otorga la paternidad y las nuevas corrientes psicológicas, que han presionado sobre las distintas sociedades, para que se legisle en contra del principio natural que tiene un padre sobre los hijos. 


Del mismo modo que los maestros y profesores ya comienzan a sufrirlo, y ante una posible demanda judicial, no les queda más remedio que ser más permisivos en cuanto a la conducta y las calificaciones de sus alumnos. 

Hasta los famosos DDHH, esos mismos que defienden más a los asesinos y violadores que a las mismas víctimas, han tomado cartas en este asunto. 

La vieja chancleta voladora de la madre y el acostumbrado tirón fuerte de orejas del padre, cayeron en el entredicho. Tras cientos de denuncias, en sus oficinas, de chicos “atormentados por la férrea disciplina paterna”. 

Es la misma que todos nosotros recibimos cuando éramos chicos y que de ningún modo, por esto, hemos quedado traumados.

Al contrario, eso permitió que la mayoría seamos gente de bien, que pone su granito de arena para enriquecer a la sociedad en la que hoy vivimos. 


Relajar la disciplina y ser más permisivos es la consigna de las leyes y de las nuevas corrientes psicológicas. 


Pero sin la consabida contención de padres y maestros, es muy fácil pronosticar que tipo de generación será la siguiente. 


Así que para ironizar el tema, me he permitido confeccionar una pequeña guía de como criar pequeños delincuentes, que es lamentablemente lo que sucederá, a no muy largo plazo, siguiendo fríamente el razonamiento de estos grandes “cráneos” de la educación infantil. 

No existe un orden específico, en estas sugerencias, sino que son escritas a medida que recuerdo experiencias de parejas amigas y propias, quienes hemos contribuido a cubrir la mayoría los ángulos posibles. 

1.- Levántese todas las veces que sea necesario y acuda a su cuna, así el bebé estará feliz de verla con cara de sueño. 

No importa que le haya tomado el tiempo y se burle. Total él dormirá todo el santo día y usted y toda su familia andará como zombies, por la casa o la oficina. 

2.- No importa que el niño/a interrumpa a cada rato la conversación de los mayores. Eso indica que necesita aún más de su atención. 

Reprenderlos solo los traumará y le quitará esa vital iniciativa que tienen de saltar permanentemente alrededor de las visitas. No se olvide que el mundo gira alrededor de ellos. 

3.- Cuando salga de compras, con su retoño, no lo prive de comprarle todo lo que vea y desee, especialmente estando en un supermercado. 


Un regaño en público puede reprimir sus futuros deseos de adquirir ofertas que no necesita. 

Si no tiene dinero use su tarjeta de crédito y de no tenerla, pida urgente un adelanto en su trabajo.

4.- En caso que las opciones no estén de acuerdo con su bolsillo y la criatura encaprichada se tire al piso, en medio de una góndola y patalee como loco, no lo rete. Aliente a que descargue toda su energía, y desafíe a todas las miradas acusadoras de las otras madres, que asisten a dicho espectáculo. 


5.- Nunca deje a sus hijos, con las ganas de comer aquello que no deben. Así que no lo prive de las papas fritas, las hamburguesas, las grasas y todas las comidas “chatarra” que venden en la cantina de la escuela.

Nada de verduras ni fibras por supuesto; todo lo que dicen los nutricionistas acerca del sobrepeso infantil son puros cuentos chinos. 

6.- Las malas palabras son muy divertidas por eso aliéntelo a que las diga, festejando cada una de ellas con risas y aplausos varios. Es más anímelo a enriquecer su vocabulario con más de ellas, que al final de cuentas, suenan tan lindo al oído. 

7.- Como es el hombrecito del hogar, ordene que sus hermanas limpien su cuarto, laven y planchen su ropa. 

Y sin olvidar tener pronta la comida, llegue a la hora que sea, de la calle. Búrlese de quienes dicen que está criando a un futuro ultra-machista y un inútil para desenvolverse solo en una casa. 

8.- Es muy instructivo para sus hijos que se pelee con su marido enfrente de ellos. Los gritos, la rotura de platos y los posibles golpes que reciba, son una gran fuente de inspiración y le anima a imaginar otras variantes. No es mala idea que las practique con sus hermanas. 

9.- En caso que su hijo no tenga hermana y tenga el cuarto desordenado y se haya acostumbrado a dejar sus juguetes regados por toda la casa, no bombardee su autoestima. 

Para eso está la mamá; total ya tendrá bastante tiempo como para ser responsable de lo suyo. 

10.- Como el dinero, para ellos, cae de los árboles, no se lo niegue. 

No olvide que puede frustrarlos. Y si nota que siempre le falta dinero de su cartera, seguro que su gran timidez le impide pedírselo. 

Él es bueno y no se atrevería a robar por cualquier capricho que este tuviera. 

11.- Si no le cede el asiento a una embarazada, empuja a un anciano o se burla de los disminuidos físicos, seguro que lo hace de puro bromista que es. 

Porque en la casa siempre se le enseña lo que es el respeto. 

12.- No le impida de ninguna manera, ver las telenovelas de la siesta, ni los videos porno en su computadora, así se va acostumbrando al sexo explícito. 


Total una teta o una traste de más, nunca ha matado a nadie. 

13.- Si le encontró cierto olorcillo a tabaco o alcohol, en su ropa, no vaya a preocuparse, a los niños/as les gusta experimentar y sentirse adultos, no le dé mucha importancia, aún es joven para tener cáncer de pulmón o cirrosis. 

14.- Todas las cosas que usted encontró en su habitación y que no recuerda habérselas comprado, tal vez sean regalos o cambios mano a mano por otros juguetes suyos. Pensar mal de su hijo es una verdadera picardía. 

15.- No es necesario que los padres conozcan a todos sus amiguitos ni sus familias ni mucho menos en la casa de quien está, cuando desaparece. Dele la libertad para que comience a ser responsable de sí mismo. 

Si no sabe, pues que lo aprenda, al final de cuentas, la madre o el padre no pueden estar en todo lo que este haga. 

16.- Debe saber que las reglas no son tan importantes y que transgredirlas nunca tienen consecuencias. Cuando le compre la moto, para que se suicide, aprenderá por si solo que pasar el semáforo en rojo, da algo más que dolores de cabeza. 

Espero que lo aquí dicho, les sea de total utilidad, hagan todo lo contrario para evitar la humillación de ir a visitar a sus hijos en un reformatorio. ¿Qué estoy exagerando?, lean los titulares de los diarios e infórmense de las estadísticas y luego me cuentan.

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