¿TERMINAREMOS AHOGADOS O ACHICHARRADOS?

La ciudad brasilera de Río de Janeiro comenzó el verano 2014/15 con un récord de temperatura, de 40,7 grados y 55,0 de sensación térmica. 

Evidentemente a muchos desprevenidos, esta noticia los estará tomando por sorpresa, sin embargo los que seguimos muy de cerca el cambio climático, esto ya no nos llama la atención. 

Al contrario, desde hace muchos años que venimos pidiendo la colaboración entre todos los gobiernos del planeta para ver como se soluciona, entre todos, este problema, que cada día que pasa, se hace mucho más evidente. 

A pesar de todas las campañas publicitarias, los bosques se siguen talando, los ríos y todos los espejos de agua, son contaminados. 

Los vehículos y fábricas envenenan el aire con aquel espeso humo negro, mientras que los miles de aire acondicionados hacen también lo suyo. 

La gente irresponsable arroja residuos en cualquier lado, sin importarle donde. 

Otros mucho más osados, a pesar de todas las prohibiciones, queman la basura o cubiertas viejas, produciendo nubes de humo de gran toxicidad. 

Ahora bien, todo el mundo habla del cambio climático, del calentamiento global y del efecto invernadero, pero no son muchos los que saben lo que esto significa. 

Por eso me atrevo a darles unas definiciones no muy técnicas pero si bien simples. Si bien cada una de ellas tiene una definición distinta, todas están seriamente interrelacionadas entre sí. 

El cambio climático es la modificación del clima comparándola históricamente en una determinada región o a escala global. Existen cambios de orden natural, pero actualmente, se los asocia al impacto ejercido por los seres humanos sobre el planeta. 

Son tantas las variables que inciden en el clima que hasta uno se asusta. Y pueden tener el cambio natural como el ciclo del agua y del carbono, vientos solares, la posición de la Luna, la deriva continental, corrientes oceánicas, o el campo magnético terrestre, para citar los más importantes. 

Por este motivo, siempre es difícil hacer pronósticos sobre el clima de la Tierra. 

También no hay que olvidarse que se encuentra el factor humano, quien al utilizar irresponsablemente los recursos naturales ha producido un total desequilibrio en la naturaleza que recién ahora estamos comenzando a sentir. 

Se denomina calentamiento global al aumento de la temperatura de la atmósfera terrestre observado desde comienzos del siglo XIX. Dicho incremento se ha acelerado desde 1980

Existe una certeza total que la principal causa del calentamiento global es el aumento de los gases que resultan de la quema de combustibles fósiles, como el carbón, la gasolina, el gas natural y el petróleo, por parte del Hombre. 

Por si esto fuera poco, la despiadada deforestación, ha contribuido a potenciar todo lo ya citado. 

El efecto invernadero es un fenómeno natural en el cuál la radiación de calor de la superficie de la Tierra, es absorbida por los gases de la atmósfera y es remitida en todas direcciones. Por lo que resulta en un aumento de la temperatura superficial. 

Ahora bien, existe un nivel común y razonable de gases, entre ellos el CO2 (dióxido de carbono). 

Sin embargo, la población mundial ha aumentado el consumo de los recursos hasta niveles nunca antes visto y es esto lo que ha causado el famoso calentamiento global. 

La consecuencia de todo esto es que la temperatura aumenta, produciendo el descongelamiento de grandes masas de hielo de las regiones polares. 

Sin embargo, este fenómeno parece más evidente en el Ártico, donde la cantidad de hielo es cada vez más reducida, pero menor que en la Antártida.

Incluso algunos de estos gases, como en el caso del freón, muy usado en aerosoles y aire acondicionados, han erosionado la capa de ozono, produciendo un gran agujero. 

Tal es la gravedad de esto, que en la Patagonia argentina, especialmente la que se encuentra recostada sobre los Andes, desde hace unos años, nacen corderos ciegos, ya que los animalitos al alzar su vista, el brillo del sol les quema la retina. 

Otra de las consecuencias del calentamiento global, como ya he dicho es el descongelamiento de las masas de hielo polares. 

Según los científicos, de producirse un deshielo total, subiría el nivel del mar entre unos 10 a 12 metros. 

De ser así, apenas quedaría un 5 % de toda la tierra conocida, sin inundar. Con el 80 % de los árboles talados nos espera una muy probable desertificación. 

A esto se le debe de sumar que el 90 % de los espejos de agua dulce del mundo están contaminados, al igual que todos los mares, ya que si no tienen grandes manchas de petróleo, en el fondo están depositados miles de barriles con desechos, tanto tóxicos como radiactivos. 

Desde que los científicos detectaron este grave problema, varias organizaciones y entidades ecológicas de nivel mundial, comenzaron a trabajar sobre la concientización de este fenómeno, emplazando a los gobiernos del mundo a responsabilizarse del impacto que causase y que estos hicieran lo mismo con los ciudadanos a fin de detener las prácticas destructivas sobre el delicado equilibrio del medio ambiente. 

Tras un tibio planteo inicial, para enfrentar el problema, el retrógrado e irresponsable gobierno de George W. Bush y el estúpido boicot hacia lo que proponía la gente opositora al cambio climático, produjo cierto freno. 

Sin embargo el tiempo le fue dando la razón a estos últimos y hoy estamos en un momento donde ya se observan, a la vista, las graves consecuencias de haber perdido tanto tiempo neciamente 

Muchas personalidades como el político Al Gore (ex vicepresidente de EEUU), los actores Leonardo di Caprio, Robert Redford, la actriz Angelina Jolie, el autor y cantante Sting, el deportista Manu Ginobili entre los más notorios, se fueron sumando a la campaña mundial contra el cambio climático, difundiendo las investigaciones al respecto a través de todo tipo de medios. 

Ya no podemos perder ni un minuto de tiempo, porque las condiciones climáticas en nuestro planeta se agravan día a día, estando en juego la sobrevivencia de toda la Humanidad. Por lo tanto, el cambio climático es un tema relevante y que debe ser una prioridad en las agendas de todos los gobiernos de la Tierra.