miércoles, 4 de marzo de 2015

EL LADO ILUMINADO DE LA MARIHUANA

Nadie sabe de donde cuernos salió la palabra marihuana. Existe una gran especulación en cuanto a la procedencia del nombre de la marihuana. 

El folklore argumenta que se trata de un híbrido de los nombres de María y Juana, términos con que se denominan a las prostitutas. 

Otra teoría es que deriva de la palabra “maraguanquo”, que significa “planta embriagante.” Si bien una variante de la palabra apareció ya hacia 1873, esta planta fue siempre conocida como cannabis o cáñamo. 

Ya en la antigua China, la planta era conocida como Ma y el uso como alimento, combustible, ropa y medicina se remontan a 6.000 aC. 

Sin embargo, la referencia más antigua existente a la marihuana medicinal, se remonta a 2.737 aC.

Fue el Emperador Rojo Shen Nung quien escribió el “Clásico de las raíces y hierbas del Divino Granjero”, un listado de las propiedades medicinales de diferentes hierbas, entre ellos la Ma, para aliviar el reuma y el dolor de gota. 

Para el año 2 d.C. Hua Tuo es recordado por haber utilizado Ma-yo (la planta hembra) y el vino tinto como una anestesia mientras realizaba cirugías dolorosas, incluyendo injertos de órganos e incisiones en la espalda. 

Es muy probable que su industrialización se remonte recién al antiguo Egipto. 

El cáñamo era una parte esencial en la vida de las personas y prácticamente invadía todos los ámbitos. 

Los libros, hasta 1860, se hacían con este material, especialmente los textos escolares. 

Las velas de los barcos eran de cáñamo y de una gran resistencia, que las de hoy día, aún no la tienen. 

La mayoría de los padres de la Patria norteamericana, tenían grandes plantaciones de cáñamo y Benjamin Franklin era dueño de una de las primeras papeleras en toda América, siendo su papel hecho del cáñamo. 

Casi 80% de los tejidos, ropa, cortinas, ropa de cama, etc. era hecho de cáñamo hasta 1820, cuando se introdujo el algodón. 

La mayoría de los lienzos de los grandes pintores renacentistas eran confeccionados con cáñamo, siendo Renoir, Van Gogh y Rembrant quienes más gustaban de estas telas. 

Antes de 1850 todos los buques que navegaran los mares occidentales fueron aparejados con cuerdas y velas de cáñamo. 

Para el marinero y la horca del verdugo, el cáñamo era primordial. Hasta 1937, pinturas y barnices de buena calidad eran fabricadas con la semilla de cáñamo. 

El primer Modelo-T de Henry Ford fue construido para funcionar con combustible de cáñamo. 

Sin embargo, fue recién en la década de 1930 y 40 cuando esta planta fue satanizada con la droga y es cuando la palabra “marihuana” se la asocia con todo lo peor que le puede pasar a un hombre. 

Es muy probable que esta planta, tan usada desde la antigüedad, le haya amargado a muchos magnates financieros, debido a la variedad de productos baratos y duraderos que se podían manufacturar con él. 

Por lo que irremediablemente el cáñamo fue declarado peligroso y una verdadera amenaza. 

Se dice que estos mismo hombres tomaron una palabra de la jerga mexicana: "marihuana", y la inyectaron como un veneno, en la conciencia colectiva de todo el continente americano. 

Es así que hoy, cuando escuchamos la palabra “marihuana”, enseguida la asociamos con algún drogadicto, fumando un “porro” a escondidas y dejando tras de sí, una estela de su olor tan característico. 

Pensamos en una “mafia” que obliga a plantar a los pobres campesinos y que de no hacerlo, podrían sufrir terribles represalias. 

Todo esto es lo que pasa por nuestras cabezas, solo con pronunciar apenas aquella palabreja. 

Sin embargo la marihuana tiene un lado menos negro y tal vez auspicioso para aquellos mismos campesinos que tanto son perseguidos por la misma policía. 

Volver a plantar el cáñamo, con algún tipo de control, ya que con sus productos y subproductos el Estado, mediante algún tipo de Instituto del Cáñamo, como caso excepcional, podría fijarles a los labriegos, un valor casi similar al que le pagaban “bajo cuerda” los “narcotraficantes”. 

Con lo cual, podría revertirse la gran migración hacia los centros urbanos y darle al campesinado una mejor calidad de vida. 

Lo primero que se tendría que hacer es constituirse, con ayuda del Estado, de pequeñas cooperativas papeleras, donde procesarían el cáñamo, convirtiéndolo en papel, con lo que se podría terminar con el talado indiscriminado de árboles, en Latinoamérica. 

Según estudios confiables, afirman que una hectárea de cáñamo iguala en capacidad de oxigenar y cantidad de materia pulposa a cuatro hectáreas de árboles. El papel del cáñamo no se vuelve amarillo y es duradero. 

La planta crece rápidamente hasta la madurez en una mera estación, mientras al árbol puede tomar hasta una vida humana para lograrlo. 

Los plásticos de cáñamo son biodegradables y no dañan el ambiente. Jamás contaminaran los ríos y mares como muchas compañías químicas y petroquímicas lo hacen. 

Los productos del cáñamo son seguros y naturales. 


La antigua "marihuana médica" debería reflotarse ya que tanto bien hizo en el pasado, mientras que hoy nos obligan a depender de sustancias químicas artificiales producidas por los grandes laboratorios farmacéuticos. 

El cáñamo alivia problemas como la tensión y la ansiedad. Su agente activo, el tetrahidrocanabinol (THC), tiene un efecto positivo que alivia el asma y el glaucoma. También calma las náuseas que causan la quimioterapia y dolencias como la artritis. 

El endurecimiento y contracción de las arterias es nocivo, pero el cáñamo realmente las dilata, proporcionando una mejor salud.

Una amplia variedad de productos alimenticios pueden fabricarse del cáñamo. 

Las semillas contienen una fuente muy rica en proteínas. Y tiene dos ácidos grasos esenciales, que limpian el cuerpo de colesterol. 

La ropa del cáñamo es muy fuerte y duradera y es probable que le dure hasta que nazcan sus nietos. 

El cáñamo debe ser utilizado en el futuro. Necesitamos una buena fuente de energía limpia para salvar nuestro planeta del desastre. 

Por eso es muy importante que se comience nuevamente a industrializar el cáñamo, ya que sería un gran dinamizador de la economía, tomando mucha mano de obra y mejorando la calidad de vida, que tanta falta hace en el campo.

1 comentario:

  1. Interesante artículo por su contenido informativo y reflexivo. Gracias Escritor Ricardo Steimberg

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