No existe nadie que no tenga alguna manía escondida o una locura inofensiva detrás de uno.
Sin embargo, pareciera que los grandes creadores deben tener imperiosamente algo medio retorcido, en su comportamiento, que justamente los haga sobresalir y destacar por encima de los demás colegas.
Sin embargo, pareciera que los grandes creadores deben tener imperiosamente algo medio retorcido, en su comportamiento, que justamente los haga sobresalir y destacar por encima de los demás colegas.
Desde tomar un pocillo café o unos cuantos, antes de comenzar la tarea diaria, hasta encender velas y cerrar las ventanas aún siendo de mañana.