domingo, 24 de enero de 2016

PIERNAS ABIERTAS Y CEREBROS CERRADOS

Si bien el tema de las adolescentes escolares embarazadas no es nada nuevo, no está demás decir que este grave fenómeno no solo se ha agudizado en Paraguay. 

Si no que observando las últimas estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), se ha extendido por todo el globo. 

Los que piensan que esta epidemia se circunscribe solamente a las clases sociales menos favorecidas, se equivoca. 

Ya que el embarazo en adolescentes, que cursan la enseñanza media, no respeta clase social, raza, religión, color de piel. 

Por lo que se deduce que no depende de ninguna de estas variantes, debiéndose entonces buscar las causas, en otros elementos detonantes. 

Si se toma un promedio en Paraguay, de los últimos 5 años, tendríamos que casi un 25 % de todos los embarazos que se producen en un año, provienen de adolescentes en edad escolar, situada entre los 12 y 18 años. 

La misma fuente registra 590 embarazos en 2009 y 611 en 2011. A partir de allí, se incrementa en un 23 % anualmente. Y estas cifras tienden a incrementarse con el mero paso del tiempo. 

Latinoamérica estaría ocupando el segundo lugar de embarazos adolescentes escolares, dejando el primero para el sudeste asiático y ocupando África la tercera posición. 

En nuestra región, las mujeres comienzan muy temprano su vida sexual activa, estimándose que un índice cercano al 40 % de ellas quedan embarazadas antes de los 20 años. De esta cifra, un 65 % lo hace por segunda vez. 

Ahora bien, ese embarazo será el comienzo de una etapa totalmente contradictoria a lo soñado por la adolescente. 

Es una ruptura abrupta y violenta con su infancia y pre adolescencia. De jugar a las muñecas o pasear con sus amigas a tener la responsabilidad de criar a un pequeño ser humano. 

Obligadamente y por su propia decisión se transformó en una adulta, con todos sus derechos pero también con todas sus obligaciones. 

Lo llamativo del caso, es que a pesar de todas las campañas de sexo seguro emprendida tanto por el Estado como un sinfín de Ongs, en muchas escuelas y colegios en toda Latinoamérica. Ninguna de estas haya tenido el peso necesario como para frenar la ola de embarazos no deseados. 

El 70 % de las encuestadas por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), en un informe presentado en 2014, confesaban no querer usar condón, el 37 % no usar ningún tipo de anticonceptivo y el 75 % aducía que sus ocasionales compañeros se oponían al uso de condón. 

Ninguna de ellas creía que con solo una vez pudieran terminar embarazada y mucho menos contraer algún tipo de enfermedad de las llamadas de transmisión sexual. 

Si bien impedir que los adolescentes tengan sexo es tan difícil como querer vaciar el mar con una cucharita, no por el hecho mismo que lo tengan. 

Sino por las graves consecuencias que esto les puede acarrear. 

Especialmente en las jóvenes que siguen sin pensar dos veces, los instintos de sus hormonas, con una alta dosis de calentura y poco y nada de razonamiento. 

Es por eso que se llaman adolescentes porque adolecen de una personalidad definida, ya que esta se encuentra en formación, buscando modelos paternos donde reflejarse. 

Al no encontrarlos debido al poco diálogo con ellos, no verlos con la frecuencia necesaria, el autoritarismo abusivo o el maltrato domestico, entre otras causas del embarazo adole scente . 

Lo que las jóvenes no calculan son los graves riesgos que trae un embarazo a su edad. 

Si lo enfocamos desde distintas ópticas, tendríamos grandes posibilidades de una muerte materna y del bebé. Así como posible riesgo de quedar estéril. 

No es muy difícil que en su colegio sufra de discriminación, lo que hará que deje sus estudios. 


También el dinero será algo escaso para financiar sus estudios y su mantener a su hijo al mismo tiempo. 


Según las cifras del último censo realizado en Paraguay (2012), el 85 % de las embarazadas adolescentes crían a sus hijos con ayuda de sus padres, ya que los varones huyen despavoridos antes que aceptar su parte de responsabilidad en el tema. 

Si estuviéramos hablando de 50 años atrás, es muy probable que este comentario no fuera escrito. Y donde todo lo que fuera sexo sea comentado entre murmullo como todo tabú victoriano. 

Pero no se justifica en pleno siglo XXI, donde los medios de comunicación han masificado la información y esta llega hasta los rincones más lejanos de cualquier territorio. 

Donde existen cientos de cursos gratuitos de planificación familiar e información al respecto, en todas las revistas femeninas. Y muchos programas televisivos y radiales de temática general. 

Por lo que en mi opinión personal, no creo que sea una cuestión solo de ignorancia, lo tomaría como una forma de total desidia o una forma equivocada de evadir sus problemas personales. Echando por el inodoro, todo aquello que se llame sentido común. 

Muchas adolescentes, luego del parto, no toman conciencia que son responsables de una nueva vida traída al mundo. Y quieren conducirse como si nada hubiera pasado en sus vidas. 

Desean ansiosamente salir a divertirse, ir a bailar o encontrarse con sus ex compañeras del colegio, cosa que no está mal, solo que le endosan a la abuela toda la responsabilidad de la crianza. 

Cosa totalmente injusta, ya que la nueva madre es quien debe asumir su rol sin necesidad de aislarse del mundo. La abuela puede cooperar, en determinadas y puntuales ocasiones, pero nunca substituir a su verdadera madre. 

Uno de los primeros problemas que tendrá la joven, será que al abandonar sus estudios, le será muy difícil retomarlos y sin una profesión, deberá afrontar los peores trabajos con una pésima paga como retribución. El padre de la criatura, abrumado por la noticia, eludirá su responsabilidad y por lo tanto será otro niño/a que no tenga a su lado una figura paternal a su lado. 

Sin embargo pocos tienen en cuenta los problemas emocionales que la adolescente ya tenía y agravados con el embarazo. Sentimientos contrarios de soledad y alejamiento de la gente, baja autoestima, tristeza, depresión, relaciones sexuales ocasionales, enfrentamiento constante con adultos y una enorme angustia provocada por un futuro incierto. Con el tiempo ella aprenderá que todo futuro puede mejorarse en la medida que uno así lo quiera.

2 comentarios:

  1. Cuando los jóvenes y los muy jóvenes, prácticamante niños, descubren el placer sexual y no se les orienta adecuadamente, sin tabúes de ningún tipo es cuando nuestros niños y niñas caen en manos de inescrupulos@s y son pervertid@s sexualmente.
    Hay que enseñarles a practicar la abstinencia sexual hasta adquirir la mayoría de edad y en el peor de los casos decirles que la masturbación sin intervención de otra persona pueden practicarla con moderación.

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  2. Que articulo más nefasto, pone el foco de atención y culpa (si, culpa, asi opera la moral cristiana) en las mujeres como si el embarazo fuese un producto de alguna paloma religosa.. la verdad no terminé de leerlo porque realmente es vomitivo, el autor deberia hacer una reflexión o volver a nacer quizas asi cambie los prejuicios tan cavernicolas que posee.. la verdad un asco

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