Hablar de estrés hace 50 años atrás era una cosa bastante ridícula, ya que este no existía. El ritmo de vida era mucho más lento e incluso, hasta había tiempo para tomarse una siesta, en algunos casos.
Pero el mundo cambio mucho desde aquella época. Hubo grandes mudanzas en todos los niveles.
Desde enormes avances tecnológicos, pasando por las distintas modas (vestirse, bailar, relación con los demás), desembocando en una revolución sexual y un deterioro en el nivel adquisitivo de las distintas monedas.