jueves, 13 de agosto de 2015

QUE LA DEPRESIÓN NUNCA TE GANE

La depresión, junto con el cáncer y el sida se han constituido en las tres mayores plagas que afronta la humanidad desde 1980 a la fecha. 

Nadie sabe muy bien como se origina este aterrorizador desequilibrio mental, sin embargo y por desgracia, si se conoce en que puede desembocar finalmente. 

Este trastorno mental afecta a unos 500 millones de personas en todo el mundo, y tiende a seguir creciendo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

La depresión también es una forma de discapacidad y contribuye junto con el alcoholismo, a mantener una carga social y donde todo el grupo familiar soporta a un individuo. Que justo hace aquello, que lastima a su entorno más cercano. 

Al principio todos se acercan para apoyarlo, pero con el tiempo, la indolencia y el mal carácter terminan por agotar la paciencia de todos sus amigos y familiares. 

Según los datos estadísticos de la misma OMS, 3 de 4 enfermos de depresión son mujeres y de no recibir una atención profesional adecuada, bien puede conducir al individuo, al mismo suicidio. 

En realidad no existe ninguna persona que no haya padecido una depresión en un momento dado de su vida, solo que es esta por lo general es temporario. 

Por lo que se presume que este desequilibrio puede durar como máximo un par de días. 

Lo grave es cuando la depresión se vuelva prolongada y con visos de alcanzar una alteración mental crónica, terminando por perturbar el normal desarrollo individual, laboral y socavar la voluntad del individuo. 

Aunque hay algunos tratamientos de cierta eficacia para combatir la depresión, el 70 % de los afectados no recibe medicación alguna. Eso se explicaría por la falta de recursos económicos del individuo, de personal capacitado y por prejuicios hacia todo lo que signifique trastornos mentales. 

No es muy fácil diagnosticar correctamente a la depresión, ya que sus síntomas se prestan a cierta confusión. 

Y de hacerlo, tratar a un supuesto paciente erróneamente con antidepresivos, puede causarle graves consecuencias. 

En realidad aunque la depresión tenga algunos síntomas confusos, hay ciertas señales que bien la pueden identificar. 

Como sentirse físicamente decaído, pérdida de interés y de disfrutar, reducir al mínimo cualquier tipo de actividad. 

Existen muestras de ansiedad, alteración del sueño el apetito. Puede haber un profundo sentimiento de culpa y una muy baja autoestima, dificultades de concentración y algunos síntomas que no tienen una explicación médica. 

Dependiendo de la gravedad de los síntomas, hasta deberán abandonar su trabajo, sus reuniones sociales e incluso sus actividades domésticas, ya que se refugiaran en sus respectivas casas y no desearan hacer nada ni ver a nadie. 

Estos ataques se combinaran con momentos de excesiva euforia con otros de un total desanimo: a esto se le denomina trastorno bipolar. 

Según una investigación encarada por la Universidad de Osaka, la depresión es el resultado de la compleja actuación de componentes sociales, psicológicos y biológicos.

Agravándose el cuadro depresivo si es que aparece en escena, algún tipo de enfermedad física como la diabetes o un problema cardíaco. Para evitar esto, los investigadores japoneses insisten en comenzar desde la escuela primaria, que padres y maestros prevengan a sus hijos del tan temido acoso escolar. 

Hay tratamientos muy eficaces para la depresión, cosa que puede ser detectada de forma fiable, siempre por profesionales capacitados, especialmente en los casos más moderados. 

Ellos consisten en un apoyo psicosocial combinado con fármacos antidepresivos, como parte de una técnica para la resolución de aquellos problemas que lo angustian. 

Los investigadores de la Universidad de Osaka concluyen que los tratamientos psicosociales son muy eficaces y deberían ser los de primera elección ante la sola presencia de una depresión leve. 

Los tratamientos farmacológicos y psicológicos son más efectivos en los casos en los que se presente una depresión moderada y algo más grave y compleja. 

Ahora bien, luego de la experiencia adquirida con los años y de ver a muchos de mis amigos/as y porque no decirlo, de quien escribe estas líneas; he sacado mis propias conclusiones. 

Por lo que he confeccionado una especie de decálogo con ideas sencillas y de fácil cumplimiento, que aleja a la depresión. 

Porque convengamos que por más psiquiatras, psicólogos y pastillas antidepresivas, que nos rodeen, si uno mismo no toma las riendas de su propia vida, nadie lo hará por nosotros. 

Primero. Haz más actividad física. Al deprimirnos, todo se vuelve más lento, por lo que se impone la actividad física como para romper ese círculo vicioso. Andar en bicicleta, bailar, o salir a trotar con un amigo. Esto nos tonificará y hará sentirnos vivos, sacándonos de esa sensación de semejar a un vegetal. 

Segundo. Sociabiliza. Debe salir del aislamiento que uno mismo se has metido y recomenzar la amistad interrumpida o rota por nuestra propia culpa. La soledad siempre es muy mala compañía y ayuda a pensar muchas estupideces, casi todas improductivas. Eso va a mejorar tu estado de ánimo. 

Tercero. Toma el sol. Al mantenerte encerrado en la casa seguro que te producirá un humor negativo. Pero al tomar sol, los rayos ultravioletas aumentaran la producción de serotonina, y esto anulará los efectos de la depresión. 

Cuarto. Evita a las personas y temas deprimentes. Son muchas las personas a las que denomino tóxicas y que solo hablan de temas como enfermedades, parientes muertos, asesinatos, peleas con vecinos que hasta el más sano lo conduce a la depresión. 

Quinto. Busca una afición. Desarrolla cualquier afición postergada que se acuerde. Jardinería, construir un velero a escala, pintar un cuadro o lo que uno desee. Mantener activa la mente y desarrollar tareas placenteras, aleja la depresión. 

Sexto. Aliméntate bien. Séptimo, Escucha y siente la música. Octavo. Expresa y no guardes todo lo malo que sientes. Noveno. Busca nuevos amigos. Y Decimo. Decídete a vencer la depresión. Esta es la clave de todo. Nadie hará nada por ti mismo, si así no lo quieres, pero de proponértelo la victoria siempre será tuya y eso será un logro que nadie te lo podrá quitar.

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