Así como quedó establecido en el comentario “Es difícil ser mujer”, que ellas sufren presiones de todos lados, impuestas por la misma sociedad.
El hombre tampoco la tiene muy fácil. La mujer pudo sacudirse algunas etiquetas pegadas en su frente e impuestas incluso por la misma Biblia, el libro más machista de toda la Creación.
Pero como antes dije, el varón viene a este mundo con un montón de estereotipos, del que no puede apartarse ni un milímetro, ya que de hacerlo, podría poner en duda su virilidad.
A partir de aquí, comenzaré a enumerárselos pero no como las mujeres que son más ordenadas, si no a medida que vayan saliendo de mi memoria.
01.- Un hombre no llora: Debe soportar lo que sea sin ablandarse jamás y nunca frente a otro hombre. Para una mujer eso es tener sensibilidad, para un varón, es ser un mariquita.
02.- Un hombre debe arreglarse: Limpio, presentable y perfumado, pero cuando quiera depilarse las piernas y las cejas, desconfíen con seguridad.
03.- Debe tomar la iniciativa: Es el varón quien debe invitar a la mujer a salir, corriendo siempre el riesgo a ser rechazado, a menos que sea demasiado buen mozo, entonces la cosa cambia.
04.- Cuando salga con una mujer: Siempre deberá asumir la mayoría de los gastos, al menos durante las seis primeras salidas.
05.- Es importante el deporte: Puede participar o solo verlo por la televisión, caso contrario puede ser tomado como gay.
06.- Soportar la histeria: Como todo bien varón debe soportar todos los cambios de humor sea hormonal o no.
07.- Para tener un posible éxito: Se debe contar con un poco de músculos o hacerlas reír bastante seguido, dos elementos que ayudan mucho en la hora de la conquista.
08.- Solo ojos para ti: Nunca mires a otra mujer al menos mientras la tuya se encuentre a tu lado, eso evitará un escándalo infernal con muy graves consecuencias.
09.- La tapa del inodoro: Siempre debe quedar arriba, de lo contrario escucharas sus gritos y cuidadito con mojarla, porque ahí si estarás perdido.
10.- Recriminaciones y memoria: Basta que cometamos algún error para que ella nos lo recrimine por el resto de la vida.
11.- Los piropos: Deben ser ingeniosos, románticos y que rimen. Pero si son groseros, ya estarás muerto y enterrado con ella.
12.- Los paseos son importantes: Nunca vayas a negarte cuando ella quiera salir porque su cara de pepino agrio no te dejará dormir durante una semana.
13.- Le molesta nuestro ocio: Basta que nos sentemos a ver televisión, divertirnos con un videojuego o leer tranquilo el diario, para que nos llame haragán y se le ayude, de inmediato, con sus quehaceres domésticos.
14.- Modales y afines: Si queremos tener su respeto, se deben controlar gases, eructos o cualquier ruido molesto e inoportuno, al menos cuando estén ellas presente.
15.- Cargar con la caballerosidad: Es fundamental cederle el asiento, el lugar en la fila del banco o el paso. Tomarlo siempre como una carga pública.
16.- Es obligatorio escucharlas: En especial cuando se pelea con su jefa, los cuernos de su compañera al marido o que la vecina es bastante fácil. De no hacerlo nos mandará bien lejos y sin boleto de retorno.
17.- Nunca le mientas: Podrás subestimarlas en muchos aspectos pero nunca en su memoria. Si ellas te atrapan en una mentira, jamás te lo van a perdonar. Aunque así lo parezca.
18.- Su memoria es selectiva: Ellas tendrán presente todas las fechas de cumpleaños, aniversarios, y detalles íntimos de la pareja pero nada de deporte, autos, videojuegos.
19.- Un hombre sin amigos: Es sospechoso que sea un psicópata- un violador serial-un aprovechador o un gran antipático.
20.- Nunca se rechaza a una mujer: Un hombre siempre estará dispuesto a tener sexo. En su diccionario no existe “hoy no tengo ganas”. Caso contrario será descartado para una próxima vez, por la misma “víctima”.
21.- Obligatorio dar orgasmos: De no lograrlo será un inútil en la cama, ya que ese es un deber ineludible. Deberá siempre esperarla para luego si tener el suyo.
22.- El tamaño si es importante: Aunque ellas digan que no es así. El tema es tan delicado para el varón, que una palabra mal dicha al respeto puede tirar su ego por el suelo y no reponerse más. Ni aún con mucho dinero invertido en psicólogos.
23.- Un hombre muy feo: Pero con dinero es un ganador, y deberá pagar si quiere compañía. Tendrá cientos de pretendientes, pero por lo que le puedan sacar.
24.- Un hombre bueno, fiel y sincero: Tendrá pocas chances, ya que las mujeres no lo encuentran excitantes y prefieren los hombres malos e infieles.
25.- La masturbación masculina es sucia: Es muy propia de un ser asqueroso y despreciable. Para una mujer representa una verdadera traición. Sin embargo cuando la practica una mujer, es liberar tensiones en un clima de sensualidad e imaginación.
26.- El hombre no puede tener fetiches: De lo contrario puede ser confundido con un insano sádico sexual. En realidad son las mujeres quienes los eligen, por lo tanto serán imaginativos y eróticamente provocativos.
27.- El hombre debe tener un buen trabajo: De lo contrario, buscar uno urgente, que valga la pena. Será condenado a morir pobre y totalmente despreciado por la legión femenina. Sin dinero no podes pagar nada, y no tendrás ningún futuro.
28.- Un hombre que rechace una gran boda: Seguro que será tachado como amarrete. Y pagará las consecuencias con su novia, sus amigas y por supuesto de la suegra. Pero si lo propone una mujer, será una joyita y modelo de economía a seguir.
29.- Con las dolorosas separaciones: Será el hombre el que perderá hasta el hígado, quedando prácticamente en la miseria, mientras que ellas conseguirán otro fulano con más dinero, no perdiendo oportunidad para humillarlo cada vez que se vean.
30.- Nunca un varón pediría igualdad de género: Ya que sería burlonamente acusado de mariquita y nadie lo escucharía. Cosa que no ocurre cuando lo hace una mujer, quien con solo decir la palabra discriminación conseguiría la atención de todos los medios masivos de comunicación y las asociaciones feministas.
Un poco en serio y bastante en broma, intenté darle una pincelada del sufrimiento femenino y luego el masculino, cerrando así el círculo.
Lo que demuestra bien a las claras que con algunas pequeñas modificaciones, ambos géneros tienen graves problemas de adaptación a los prejuicios y etiquetas, marcadas a fuego, en una sociedad que pretende evolucionar, pero lo hace muy lentamente.
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