Esta frase que, por desgracia, no pierde vigencia, es un drama del que ningún habitante de un país, se encuentra a salvo,
Es un verdadero azote para la economía familiar, y que cuelga amenazadoramente sobre la cabeza de la sociedad, como la famosa espada de Damocles.
Durante estos últimos 30 años, los caprichosos vaivenes económicos, provocado por muchos políticos y gobernantes inescrupulosos, han generado una cantidad incontable de desempleados.
Pero si tenemos en cuenta que durante dicho tiempo la población casi se duplicó, entonces este fenómeno se torno mucho más tétrico y sombrío.
Pero independientemente de la causa que lo haya generado, el solo hecho de pasar a las filas del desempleo, genera cierta malsana angustia y que con el correr del tiempo, al no encontrar trabajo, puede transformarse en una total desesperación.
Cuando se dice encontrar trabajo significa un empleo cuyo rédito cubra al menos las necesidades básicas de una familia o de uno mismo.
Porque si pensamos bien, siempre se puede conseguir algún trabajo, pero no siempre ellos son una opción muy atractiva.
Es que la actividad privada no genera fuentes de trabajo muy decorosas, ni su capacidad para asimilar a la mano de obra ociosa.
Es muy probable que la empresa privada tenga muchas exigencias en cuanto al “curriculum vitae”, pero como siempre su salario será bastante lánguido.
En contrapartida, la actividad pública, es mejor remunerada, teniendo en cuenta las pocas horas efectivas de trabajo.
Sus horarios se acomodan y siempre existe un “extra” que sale del bolsillo de los contribuyentes. El problema es que aquí predomina lo político y no otra cosa. Por lo tanto ese trabajador será siempre un rehén cautivo del partido dominante.
Deberá saltar cuan alto le digan y tener el retrato del Presidente del partido y del país, cosa que siempre ayuda.
Aunque en el fondo sabe que es indigno y que está vendiéndose a muy bajo precio su dignidad.
Es algo realmente doloroso saber que todo es muy dinámico y que en cualquier momento, si cambia el gobierno, puede volver a ocupar un número más, dentro de las filas de los desocupados.
Ahora bien, no se necesita que el ciudadano sea una persona humilde y que no esté capacitado en ningún oficio.
Ya que también habría que registrar a cientos de nuevos egresados de las distintas instituciones universitarias.
El mercado no puede absorber a un número creciente de nuevos abogados, contadores, administradores de empresa, por estar ya saturado de ellos.
Por lo que sería muy interesante que los funcionarios ejecutivos del Ministerio de Educación confeccionaran un test de vocación más preciso, para que reoriente a los estudiantes hacia carreras menos cursadas, pero que tengan futuro.
Un ejemplo puede ser especialistas en Dietología y Nutrición o Entrenadores Deportivos por ejemplo.
Evitando así, la completa frustración de ser un brillante egresado que está obligado a salir a calle a vender cosméticos de puerta en puerta.
Por lo general, la empresa privada es reacia a contratar a jóvenes sin experiencia o personas mayores de 45 años, por considerarlos demasiado viejos.
En cuanto a emplear a mujeres, esto es todo un tema. Las grandes empresas se resisten a tomarlas porque aluden que pierden mucho tiempo en el sanitario.
Sus problemas personales o femeninos nunca quedan en sus casas y eso contribuye a su poca eficiencia.
Y si se casan, es muy probable que tengan hijos en un corto tiempo, lo cual implica que deberá pagárseles sin que ellas tengan que trabajar, durante varios meses.
Si bien estos son derechos adquiridos, eso no evita los rezongos injustificados de los empresarios.
Pero hay un plus muy grande de las mujeres por sobre los varones. Ellas ganan mucho menos por igual trabajo, lo que distorsiona el sensible mercado de trabajo.
No existe ningún misterio en cuanto a la menor paga.
Las mujeres jamás regatean el monto de su salario y no es porque no sepan hacerlo, ya que cuando hacen las compras domésticas, no hay quien les gane.
Solo que a ellas la falta de empleo les genera tal angustia y desazón que aceptan el primer ofrecimiento que le hagan.
Una prueba de lo dicho aquí, es que un varón jamás aceptaría el trabajo de una empleada doméstica y no por machismo, sino por la paga a la que considera miserable.
Hay otro grupo importante de desempleados, a tener en cuenta y son aquellos que tenían una actividad como comerciantes, empresarios o industriales.
Ellos han tenido la mala fortuna de no poder atravesar una crisis económica recesiva o que los productos que ofrecían dejaron de estar de moda o simplemente se retiraba mucho más de lo que entraba.
Según un informe actualizado de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la tasa de desempleados en nuestra Hispanoamérica está aumentando significativamente.
Esto es a causa de las desfavorables condiciones económicas.
Nuestra región es una gran proveedora de materia prima para Europa, América del Norte y Japón y ya que estos están pasando por una gran recesión.
Era muy lógico que al achicarse los pedidos de compra, el siguiente paso haya sido que las empresas vendedoras reduzcan un 25 % el personal operativo.
Por lo que la calidad de vida en varios países se ha deteriorado en especial Argentina, Brasil y Venezuela donde los altos niveles de corrupción contribuyen al desempleo.
Según el mismo informe, el alza del desempleo ha contribuido al crecimiento del empleo por cuenta propia, liberando al individuo de la penosa y fatigante búsqueda de un trabajo con relación de dependencia.
Sin embargo esto no ha evitado que nuestros países tengan un crecimiento en el índice de pobreza que ha trepado a un promedio de 31,2 %.
No obstante, a pesar de los negros nubarrones, han sido las microempresas las que han salido al mercado como una posible solución al desempleo.
Unos 8 o 9 compañeros despedidos que juntan sus indemnizaciones y forman una pequeña empresa que por lo general es manufacturera.
Tienen la ventaja de estar formalizadas y tienen acceso a créditos blandos. No es la solución pero si una opción muy interesante para combatir al temido desempleo.
Viendo el lado positivo...me gusta la ultima parte que es la clave de esperanza ante la crisis"... Según el mismo informe, el alza del desempleo ha contribuido al crecimiento del empleo por cuenta propia, liberando al individuo de la penosa y fatigante búsqueda de un trabajo con relación de dependencia.
ResponderBorrarSin embargo esto no ha evitado que nuestros países tengan un crecimiento en el índice de pobreza que ha trepado a un promedio de 31,2 %.
No obstante, a pesar de los negros nubarrones, han sido las microempresas las que han salido al mercado como una posible solución al desempleo.
Unos 8 o 9 compañeros despedidos que juntan sus indemnizaciones y forman una pequeña empresa que por lo general es manufacturera.
Tienen la ventaja de estar formalizadas y tienen acceso a créditos blandos. No es la solución pero si una opción muy interesante para combatir al temido desempleo.". Buen articulo amigo Ricardo, un fuerte abrazo¡