Todos hemos sufrido, en algún momento de nuestras vidas, los embates de un envidioso malvado, que se decía ser nuestro amigo y nosotros, tan inocentes y desconfiados, caíamos como simples palomitas, en sus demoníacas redes o algo así, por el estilo.
Según una definición clásica de la envidia, esta nos dice que es un estado mental en el cual existe cierto dolor e infelicidad al no poseer uno lo que tiene el otro.
Sean estos bienes materiales, cualidades personales muy superior a la de uno o simplemente cualquier cosa que aquel no posea o le resulte difícil conseguir.