No son muchos los casos que han acontecido en el mundo pero son los suficientes como para que estos asusten y sean motivo de un estudio bastante profundo de los adultos, quienes se niegan a pensar que niños aparentemente indefensos tengan el coraje y la maldad suficiente como para cometer tales crímenes.
El 12 de febrero de 1992, James Bulger, un niño de 2 años de edad, se encontraba en un centro comercial en Liverpool, acompañado de su madre. A las 15:37 horas, la cámara de seguridad del centro registra la entrada de dos pre-adolescentes de 10 años, Robert Thompson y Jon Venables.
Mientras la madre del niño, pagaba la cuenta, en una carnicería, los dos adolescentes hacían gestos graciosos al pequeño James, quién enseguida se acercó a ellos. La misma cámara que registró su entrada, grabó la salida de los dos infantes, que llevaban de la mano al pequeño James.