Parece mentira, pero no lo es, o por lo menos así piensa quien escribe estas modestas líneas. Desde tiempos inmemoriales, siempre hemos sido mortalmente engañados, como si fuéramos niños de pecho.
Sea por la razón que fuere, siempre hemos sido sometido a un sinfín de mentiras tras mentiras. Generalmente con un trasfondo económico, político, deportivo, sentimental; no siempre en este orden de prioridades ni por estos motivos, ya que estos se pueden cambiar, según quien nos embauca.
Por ejemplo, tenemos a un sacerdote, de cualquier religión, que por un determinado motivo, intenta quebrar nuestros dogmas aprendidos siendo tiernas criatura y ahora de jovatos, intenta llevarnos para su lado, con argumentos no muy claros, pero que pretenden ser convincentes. Los fines son religiosos, pero el trasfondo es netamente económico.
Volviendo al tema que nos tiene loco, sin excepción de credo, raza, edad, sexo y cualquier otra porquería de diferencia que divida a los seres humanos; es el macabro invento de una súper-pandemia que ya se transformó en epidemia, que si sigue así, se convertirá en una endemia y terminaremos todos con una miserable anemia o cualquier “emia” que a ellos se les ocurra.
Bueno, ya que ustedes no tienen la obligación de saberlo, les cuento que pandemia es una enfermedad que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región. Esto no se dio en ningún lugar del mundo, al menos con esta gripe porcina. Epidemia es la enfermedad que se propaga durante algún tiempo por un país, acometiendo simultáneamente a gran número de personas. Esto tampoco sucedió.
Y finalmente la endemia es la enfermedad que afecta habitualmente, en épocas fijas, en un país o comarca. Esto si puede ser y parece ser lo más acorde con lo que nos está sucediendo. Por lo tanto asustar así al público, es enteramente criminal, aunque en nuestro país, sea quizás, la única manera de despertar a la gente de la indolencia y dejadez. Dicho esto sea de paso.
Esta confabulación mundial donde hay mucho para ganar y poco para perder, viene a lucrar en el medio de una de las peores crisis económicas desde la década del 30 del siglo pasado.
Con el susto que los mismos gobiernos le meten al pueblo, ayudado por todos los medios de comunicación, que necesitan vender imperiosamente la noticia, han creado un gran circo paranoico, cuyo único símbolo es el tapabocas. El mismo ícono que tienen los llamados gobiernos dictatoriales, casi, casi como Honduras. O el de Venezuela, o Cuba o alguno más que se me pierda por el mísero camino.
Quizás una buena prueba de los que les digo, es que estamos con la Influenza A H1N1, desde hace dos meses más o menos. Todos sabemos que su incubación tarda entre 5 a 15 días. Bueno, al momento de escribir este comentario, en Paraguay han muerto 3 personas, teniendo una población de 6 millones de almas. En Argentina 85, con 40 millones, en Brasil, un muerto sobre 200 millones y 21 muertos en Chile con 17 millones de huevones.
Por lo tanto hemos sido nuevamente tomados por bobitos y como de costumbre, los muy vivarachos, nos pasaron al cuarto oscuro. Es por eso que dentro de la gran ola de confusión y revuelo que este trastorno nos causa, ingente cantidad de dinero es colocado en el mercado mundial, con la excusa de la fiebre del “kure”.
Muchas empresas farmacéuticas que estaban al borde del colapso, salvarán sus pellejos y por lo tanto millones de empleos en todo el mundo.
No vayamos muy lejos, aquí mismo donde todos los paraguayos estamos “sogue”, aparece de golpe, 100 mil millones de nuestra devaluada moneda, o 20 palos verdes, que es lo mismo, para abastecer de insumos a los desvalidos centros de salud, que hace rato no ven un remedio ni en foto. Estamos en una emergencia nacional, y el ente correspondiente ¿estará actuando?, ¿esos cien palos llegarán a buen puerto? o quedarán por el camino, como otras tantas buenas intenciones.
Todos están asustados, y te miran mal y de reojo, ante la primera tosecita que te mandes. Lo peor del caso es que de inmediato te ordenan que te pongas el tapabocas, muchos ya cortaron la ronda del mate o del “terere”. Otros por suerte se lavarán las manos por primera vez, en mucho tiempo y otros dejarán de frecuentar lugares muy concurridos.
Este drástico cambio de costumbre ha hecho que el paraguayo entrara en un súbito pánico y que aterrorizado por el bombardeo de las noticias apocalípticas haya saturado todos los hospitales y centros de salud del territorio nacional. Eso demuestra bien a las claras que nuestra comida no es tan sana ni tan nutritiva como nos lo han metido en la cabeza, ya que es uno de los tantos mitos en los que deberíamos sincerarnos. Comemos mal y nos mentimos a nosotros mismos.
Es muy triste desde todo punto de vista, lo que voy a decir, pero cada fin de semana, las muertes por accidentes de tránsito, no bajan de 15, por lo que los 3 únicos muertos por la “súper gripe”, son insignificantes y están dentro de los parámetros habituales para esta época del año. Así dicen las frías estadísticas, por eso no nos mientan más muchachos, que la bolaterapia ya es mundial.
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