Existe un total fracaso de la gestión que se ha hecho en el Ministerio de Salud Pública y esto se puede apreciar, a cada paso que nosotros demos. Todos los centros sanitarios públicos del país, se encuentran en una situación tan lastimosa, que realmente con solo verlos, nos produce, de un modo instantáneo, un verdadero nudo en la garganta.
Desde aquel no tan lejano golpe militar producido en febrero de 1989, a la fecha, e incluso mucho antes, jamás habían muerto tal cantidad de personas, sin llegar a recibir atención médica, como hoy nos está sucediendo. Esto pasa a constituirse en un verdadero hecho insólito y que puede llegar a dejar a cualquier ser humano, con la boca bien
abierta.
Gente que acude sola y que no tiene familia, aparece postrada sobre una camilla, en algún perdido pasillo, de un centro sanitario público, teniendo que soportar olores hediondos, que no parece que fuera un lugar de atención para seres humanos. Ya que muchas clínicas veterinarias están mucho más limpias que cualquiera de nuestros centros de salud.
Con una atención realmente insoportable, teniendo a recepcionistas maleducadas que no comprenden que cuando alguien se presenta, en ese sitio, es buscando ayuda para su malestar y por lo tanto se encuentra totalmente indefensa y desvalida. Que ese es uno de los peores momentos por el que puede estar alguien pasando y merece toda nuestra ayuda y comprensión.
Ni siquiera aquellos grandes memoriosos recuerdan tantos conflictos, no solo con los médicos, sino también con las enfermeras, y el personal administrativo; como tampoco tienen presente, que haya habido, en otra época un panorama tan desesperanzador de desabastecimiento de suministros por parte de los mismos centros.
La orfandad del Ministerio de Salud hacia los no muy numerosos centros de salud del país, ha provocado, entre otras cosas, que sus pasillos se encuentren siempre atestados de gente, por la falta de espacio físico, eso debido a la nula planificación que se hace al construirlos y por una excesiva y exasperante espera de los médicos que no cumplen, ni por asomo, con los horarios estipulados, y nunca son sancionados, por los funcionarios jerárquicos.
Baños inmundos, un pésimo mantenimiento, y una peor atención, caracterizan a los centros de salud de nuestro país, solamente porque la gente que acude, es de muy escasos recursos y por esta misma razón debe soportar, con la cabeza gacha, más de una humillación.
La mayoría de los equipos son realmente obsoletos y muchos de ellos han sido robados, ya que no existe ninguna guardia permanente, en ningún establecimiento asistencial. Contra todo lo que uno puede suponer, el IPS (Instituto de Previsión Social) tampoco es mucho mejor, ya que tanto Ciudad del Este, Hernandarias como Presidente Franco, la X Región Sanitaria debería de haber clausurado sus deficientes instalaciones, por no reunir los más mínimos requisitos, para la atención a seres humanos.
El Ministerio de Salud, no ha fomentado que se hicieran intensas campañas de concientización para la erradicación de algunos problemas sanitarios, que en otros países dejaron de serlo, pero que las estadísticas, en Paraguay, las siguen registrando y que nos llena de de una total indignación.
Es muy molesto e irritante llegar a enterarse, que seguimos siendo el furgón de cola de muchas cosas y como están ahora las cosas, ni hay miras de abandonar esta incómoda posición. Como por ejemplo la tuberculosis, un mal que no solo se circunscribe a los presos de nuestras cárceles ni a los olvidados indígenas.
También esta enfermedad se ha enquistado en decenas de nuevos asentamientos campesinos, generalmente aquellos que se encuentran en terrenos invadidos, en medio de la nada, lejos de todo centro urbano y donde las criaturas, los adolescentes y los ancianos, se alimentan mal, viven demasiado tensionados y por sobre todo duermen en zonas demasiado húmedas.
No teniendo casi ninguna atención médica y no siempre, por no contar con el bendito dinero necesario, sino lo complicado que les resulta trasladar a toda una familia completa hasta un centro de salud.
Resultan demasiado tímidas las campañas en cuanto al cáncer de mama o de cuello de útero, así como las de próstata o de pulmón en los hombres.
La publicidad estatal sobre la prevención del Sida ha desaparecido totalmente de los medios masivos de comunicación. Tampoco se hacen aquellas charlas esclarecedoras de profilaxis en colegios y universidades como realmente correspondería hacerlo. Por lo tanto que se incremente los índices de contagio, seguramente no causará ningún tipo de sorpresa.
Únicamente se habla muy poco del dengue, pero porque existe cierto temor que se repita la misma o mayor cantidad de muertos que años anteriores. Solo que la población es tan indolente que su pasividad en este aspecto hasta asusta.
Lo mismo está sucediendo con la vacuna contra la influenza, donde en este año existe una gran cantidad de dosis disponibles para la inoculación, sin embargo el índice de vacunación es bajísimo. Nadie sabe por qué la gente no concurre a vacunarse.
Los datos sobre el aumento de los casos de sífilis son realmente alarmantes, en especial cuando esta denigrante y vergonzosa enfermedad, ya ha sido totalmente controlada en la mayoría de los países de la región. Pero el desinterés apunta mucho más allá, de todos los recortes presupuestarios que pueda hacer el Ministerio de Hacienda.
No hay ningún informe que nos revele que la actual situación es bastante grave, ya que no se enfatiza que la misma población por ser ignorante o tal vez lo suficientemente negligente, para estar esparciendo esta vergonzante enfermedad que si no se alcanza a controlar a tiempo, puede llegar incluso causar ceguera, locura, y hasta la misma muerte.
Ya es hora de ponerse a trabajar en serio y dejar de lado todas aquellas cosas que nos puedan causar pudor. Y ahora mismo, sin perder mucho más tiempo.
Asustador panorama, teniendo en cuenta que cada vez más temprano los adolescentes inician su vida sexual...
ResponderBorrarRealmente para tener en cuenta, y actuar en consecuencia...
Con visión de futuro y sobre todo con conciencia...