martes, 19 de noviembre de 2013

EL “ESCRACHE”: ARMA EFECTIVA CONTRA LA CORRUPCIÓN

El lunfardo es una forma muy particular de hablar que tiene el porteño o nativo de la ciudad de Buenos Aires. No es un idioma ni una jerga y mucho menos un dialecto. Este solo consiste en saber mezclar ciertas palabras de este pseudo lenguaje, utilizando toda la estructura del castellano. 

Un ejemplo de esto sería algo así como “acara la cana, que los giles están relojeando” o sea “cuidado con la policía, que los estúpidos nos están viendo”. 

Nacido y desarrollado dentro del perímetro de la ciudad de Buenos Aires y ciudades periféricas, rápidamente se extendió a otras ciudades vecinas como y Montevideo (en Uruguay) y Rosario (en la provincia de Santa Fe). 

Esta forma de hablar comenzó siendo la forma de comunicarse los delincuentes y proxenetas de los barrios bajos de la ciudad. Luego se difundió por las cárceles, burdeles y otros lugares donde se estaba haciendo muy popular, entre la gente de baja calaña: el baile del tango. 

Un artículo del prestigioso diario La Prensa, de Buenos Aires, del año 1878, cuyo título era “El dialecto de los ladrones” ya hacía referencia, por aquel entonces, al lunfardo. Muchas de las palabras del lunfardo se han popularizado en todo el mundo e incluso se han agregado al Diccionario de la Real Academia Española como un modismo argentino. 

Algunas palabras del lunfardo han aterrizado en Paraguay, siendo traídas, por lo general, por muchos connacionales que retornaban a su terruño. 

Pero como siempre, colocándoles el significado que mejor les pareciera. Porque esa es una de sus características del paraguayo; el amor a la libertad, incluso hasta para ponerles el concepto que más les viniera en ganas. 

Un par de ejemplos de lo que les digo es MATUNGO o caballo demasiado viejo y que ya no sirve para las carreras; pero acá se le dice así a la persona demasiado alta (¿?). IRSE AL MAZO significa acobardarse ya que en el truco es no querer arriesgarse, mientras que en la tierra guaraní, es fracasar o arruinarse (¿?).

CACHAFAZ que según el diccionario de lunfardo de Adolfo Enrique Rodríguez, significa: bribón, descarado, insolente, pícaro, holgazán o desvergonzado, pero de ninguna manera mal vestido que es la acepción que vaya uno a saber de donde ha salido este invento paraguayo. 

En cuanto a la palabra lunfarda de 'escrache' tiene varias acepciones, entre ellas sería algo muy parecido a “fotografiar a una persona”.

También tiene una relación directa con la de retratar a ciertos personajes públicos contra los que se están manifestando y a los que se los acusa de haber cometido delitos graves o actos de corrupción. 

Esta original forma de protesta nació en Argentina, popularizándose en los años noventa, del siglo pasado, como una forma de poner en evidencia a ciertas personas, apostándose frente a sus viviendas y haciendo el máximo ruido molesto, en lo posible. 

Todas estas figuras habían sido procesadas por presuntos delitos cometidos durante la dictadura de Videla y que luego fueron puestas en libertad. 

Ahora esta forma pacífica de manifestarse que tiene la ciudadanía ha llegado a Paraguay y por lo visto y observado en todos los medios de comunicación masiva, es para quedarse definitivamente, porque se prevé que una vez que esto de la impunidad parlamentaria, vendrán otras protestas, tan justas como esta. 

No me cabe duda que muy pronto sacará carta de ciudadanía paraguaya, ya que son muchas las áreas que están totalmente desprotegidas por el gobierno, como salud, educación, seguridad, tierras mal habidas, pobreza, y tantas otras que seguramente los “escraches” se multiplicarán por todo el territorio nacional. 

El caso del senador colorado Víctor Bogado de ningún modo es un hecho aislado, al contrario, todo el personal parlamentario es sospechoso de los mismos cargos de corrupción que el ya mencionado senador. 

Solo que este violó todos los códigos de lo que se puede y lo que no se puede. Hasta ahora ha recibido cierta protección de sus pares, bloqueando momentáneamente el desafuero. 

Lo de la “súper niñera” con 5 cargos acumulados por un importe que equivale a 20 salarios mínimos fue la gota que derramó el vaso y provocó la furia de los electores, quienes utilizando a las redes sociales como catalizadores, comenzaron a cerrar filas. 

Por otro lado la prensa escrita que fue la que investigó, siendo el ariete que rompió aquel hermético cerco que les permite a los parlamentarios esconderse. 

Ni el sueño de desaforar a Víctor Bogado se ha terminado y la impunidad ha ganado muchas batallas pero no la guerra. 

Los ciudadanos paraguayos, se han levantado en una silenciosa y pacifica revolución que está haciendo tambalear la poderosa estructura de aquellos que gozan de las mieles de sentirse muy por encima de la Ley. 

La palabra “escrache” está tomando una nueva dimensión en nuestro país, ya que me gustaría y esto a modo de expresión de deseo, que todos aquellos casos de corrupción muy bien escondidos sea presentado a la luz y a la consideración púbica. Lo que no me gustaría y lo dejo muy en claro es sencillamente una arbitraria y salvaje “caza de brujas”. 

Víctor Bogado ha sido sencillamente el poner el pie para que la puerta no se cierre. Ahora vienen otros casos como el del diputado Nelson Aguinagalde quien siendo Gobernador del Alto Paraná fue acusado de desvío de fondos de la merienda escolar y el Pabellón de Traumas del Hospital Regional, que a pesar de ser un gran negociado, jamás fue investigado. 

Lo mismo sucede con la senadora Zulma Gómez, quien al mismo estilo de Bogado, ubicó a su cocinera Rosana Pera Ortiz en un cargo en la Itaipú Binacional y a 10 parientes suyos, entre ellos a sus hijos, al ex marido, hermanos, sobrinos, al yerno y a su nuera. 

Tanto como sospechosa de recibir jugosas comisiones debido a su intervención teniendo a su espalda el respaldo de la impunidad que supone su alto cargo. 

Este importante paso ha permitido que la mayoría de los paraguayos se uniera pensando que los las autoridades no pueden o no quieren, entonces los mismos votantes lo harán.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario