miércoles, 7 de diciembre de 2011

¿La basura terminará por taparnos?

Es una cosa realmente incomprensible, que la segunda ciudad más importante de la república, quien es un permanente pulmón para oxigenar las arcas del Estado, tenga carencias que no se justifican, de ninguna manera.

Este es un tema realmente urticante, y que posiblemente más le duela a las últimas tres gestiones municipales, incluso a la actual, es como ya no han resuelto el grave problema de la basura. Este es una materia candente pero siempre postergada.

Nadie puede entender, hablando de personas que mantengan su juicio en buen estado, que al microcentro se le haya dado una gruesa capa de maquillaje, con el solo fin de agradar a los pocos “compristas” que aún hoy en día se animan a cruzar el Puente de la Amistad.

Todo se conjuga en apenas 20 manzanas. ¿Y el resto de la población,  residente, que?. Esa masa de gente que paga de cualquier manera sus impuestos y sus patentes. Que viaja en vehículos de pasajeros que son una chatarra.

Que se sacrifica todos los días del año, intentando sobrevivir en una situación económica desesperante, para muchos de nuestros compatriotas. Aparentemente solo son números fríos, en una simple planilla de pagos. Nada más que una mera estadística. 

Este no es un tema tan difícil de solucionar, solo que las autoridades anteriores y actuales, jamás creyeron en esta ciudad, ni les importó absolutamente nada. De otra manera hubieran estudiado y propuesto un plan a corto-mediano y largo plazo. En un pasado no muy lejano, varias ciudades europeas mandaron delegaciones técnicas, para enseñarnos sus experiencias en el tema, e inclusive financiarnos sus proyectos en cómodas y larguísimas  cuotas.

Sin embargo, jamás pasó de un simple sueño de primavera. Comenzar a construir obras de infraestructura, previendo los futuros crecimientos que pueda tener esta portentosa ciudad. Pero pensar en un futuro venturoso, con las actuales autoridades, es tan difícil como querer recular con zapatillas. 

Esta ciudad ya necesita urgentemente pisar de lleno, el Tercer Milenio: cloacas-agua tratada suficientemente para todo el distrito - mayor número de hidrantes para evitar cualquier contingencia - veredas padronizadas en todo el centro urbano, las áreas también incluyen a Ciudad del Este - circulación fluida de entrada y salida del ejido urbano – un recapado asfáltico de buena calidad, que tenga un  tiempo más largo de vida útil, y  no esos ordinarios que parecen pinturas en el piso, en vez de asfalto.   

Sin embargo, de todos estos puntos mencionados,  la eliminación de la basura, es lo que nos haría crecer de categoría en materia de ciudad. Durante la gestión de Campuzano vino una delegación de empresarios brasileros, con el fin de reciclar los desechos y mandarla luego clasificada a Brasil. Solo con esto, se iba a generar 500 puestos de trabajo directo y 1500 indirectos, en aquella época.

Asustados, vaya quien sabe porque, los potenciales inversores, huyeron despavoridos y nunca más se volvió a tener  idea sobre sus paraderos. Hoy en día, tenemos en funcionamiento, uno de los vertederos a cielo abierto más grande del Mercosur, a pasos del microcentro, que contradice todas las normas  de higiene ambiental, dictadas por la SEAM. 

También en contra de todas las advertencias dictadas por las Naciones Unidas y cientos de Ong como Greenpeace. Sin embargo no solo queman todo tipo de desecho, si no cubiertas y basura patológica.

Cierta vez la municipalidad esteña, recibió del Ministerio de Salud, dos hornos incineradores y terminaron desarmados en un oscuro depósito municipal.

Es hora que termine el maquillaje y se empiece a trabajar en serio. Esto ya no se puede postergar más, porque tenemos que empezar a construir nuestro futuro, hoy mismo, y no esperar a mañana.    

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