martes, 13 de noviembre de 2012

¿HACIA DÓNDE VAMOS FERNANDITO?


Esta es una muy interesante pregunta para hacerle llegar a nuestro querido y nunca bien ponderado Señor Presidente, don Fernando Lugo Méndez, quien al cabo de tres años de gobierno, por llamarlo de alguna manera, aún sigue dando vueltas y vueltas, como lo hace el perro antes de acostarse. 

El tema, es que se han perdido muchos meses, esperando tener, como se dice ahora: una hoja de ruta, por donde transitar. Cosa que todavía no tenemos, porque nunca existió ni siquiera una mísera idea a seguir. 

Al no tener algo así, tan elemental y básico, explicaría tan claramente porque hemos navegado a la deriva, sin planes, sin proyectos y sin un planteamiento serio que nos permita saber hacia dónde vamos y nos ayude a salir de este pantano, en el cual cinco millones y medio de seres están con el barro hasta el cuello. 

Medio millón más está en mejores condiciones pero de seguir la cosa así, también pueden caer en la volteada. Ahora bien, nuestra política económica no existe; conservamos una educación ultrapasada, con conceptos perimidos y docentes más que mediocres, en todos los niveles. Un sistema de salud precario, que da vergüenza solo nombrarlo. 

Un aparato jubilatorio ineficiente y corrupto, que no respeta la dignidad humana; de aquel que aportó tantos años, para recibir como único premio, el maltrato y la humillación. 

Hablar de la seguridad en este país, suena a los oídos tan utópico, como pretender lanzar un transbordador paraguayo a Marte. Por desgracia, en nuestro país nadie sabe a ciencia cierta, quién te protege y quien te asalta. 

Es más, muchas veces los roles se cambian para mayor confusión de nuestros compatriotas. En cuanto a referirnos a la seguridad jurídica, es como querer hablar del “sándwich de cerveza”, porque realmente no existe. Quizás algún día la justicia sea pronta y barata, pero no creo que eso, a mi edad, lo vaya a ver. 

También me gustaría encontrar a muchos jueces, fiscales y auxiliares, en el Resort Tacumbú Palace, durante mucho tiempo, especialmente en aquellas lujosas suites, que tienen vista al deslumbrante bañado. 

Por otro lado, las rutas siguen siendo angostitas como fideos; las ciudades, especialmente las del interior, sin infraestructura básica mínima; que comprenda agua potable, red sanitaria (cloacas), planta de tratamiento de efluentes y de tratamiento de residuos sólidos y hospitalarios. 

Desde el mismo comienzo de la campaña electoral, que a los campesinos se les sigue prometiendo una utópica reforma agraria, que al parecer, ya se la está pateando, para que el próximo mandatario, se las vea. Entre los problemas, a tener en cuenta, es que no existe un catastro confiable y no se ha encarado confeccionar uno que valga la pena. Tampoco hay un criterio para entregar la tierra a quien la trabaje y no la venda a los 15 minutos de haberla recibido. 

En cuanto al pésimo manejo que se ha hecho sobre la banda de badulaques autodenominada Ejército del Pueblo Paraguayo, creo que ha sido lamentable su intervención tanto como la de su ministro del Interior. 

¿Cómo envían a la muerte a policías sin preparación, para este tipo de contienda?, cuando tenemos militares altamente calificados para salir exitosos de cualquier tipo de contingencia. Es más, el incidente de Curuzú de Hierro es una excelente referencia de esa escandalosa “pelada” presidencial que se ha mandado. 

El tratamiento que se ha hecho, con las dos binacionales, fue de simples aficionados. Colocando al frente de las mismas, a gente sin capacidad técnica, solo para disminuir la presión de las facturas que debían ser saldadas. 

Demasiada euforia han transmitido los encargados de las negociaciones, ante pomposas e insípidas promesas de reparación de “ñembo” deudas existentes, pero que al fin, han hipotecado nuestro futuro y el de nuestros hijos y nietos. 

Si comparamos por ejemplo al gobierno anterior con el actual, la primera diferencia que sobresale, es que la famosa brecha entre ricos y pobres se ha ensanchado aún más. Una prueba de ello, es la impresionante cantidad de 4 x 4 de lujo que circulan por las calles de todo el país o los pedidos de construcción, en las distintas municipalidades, de casas y residencias con más de 250 m2. 

Contra el aumento desmedido del desempleo y el subempleo, la superpoblación de niños de la calle durmiendo en la misma, y eso que existen en Paraguay, 146 ONGs teóricamente dedicadas a solucionar este gran drama social. 

La obligatoria migración masiva que se ha hecho del campo a las ciudades, desde hace 3 años a la fecha, y que no existe miras de su reversión. 

Con orgullo pasamos a ser el cuarto productor mundial de soja y el octavo exportador de carne del mundo. Sin embargo, esa virtual bonanza de millones de billetes verdes que entran al país, no se distribuyen de modo equitativo entre la población. Esto sumado al paulatino empobrecimiento del pequeño y mediano productor agrícola, que no ha encontrado ni buenos precios ni mercados alternativos, donde colocar su producción. 

Esto hace que tal desaliento provoque, a corto plazo, que tengamos vergonzosamente importar la infaltable mandioca, en nuestra mesa familiar. Durante este tiempo los grandes temas nacionales no se han encarado. 

El aumento desmedido y grosero en cuanto a la corrupción, que teóricamente debía ser uno de los primeros puntos a ser atacados, aún goza de muy buena salud. 

En resumen, durante todo este tiempo no se ha hecho nada diferente de lo que hacía Nicanor; es más, hasta hemos retrocedido en muchos tópicos y la situación social se agravó hasta niveles que nunca antes se había rozado, ni en época de posguerra. Lo que si hemos progresado y mucho, fue en las cargadas de todo tipo que padecemos a causa de nuestro presidente. 

En Brasil, los mismos periodistas le ofrecen condones brasileros porque dicen que los preservativos paraguayos son piratas y no funcionan. Ni que decir de los chistes que circulan por la calle en la ciudad que más paraguayos viven en el mundo: Buenos Aires. Van desde una cantidad indeterminada de hijos a aparecer en cualquier momento, a su predilección por las tiernas adolescentes. 

Pero pecados aparte, su administración hasta estos momentos es demasiado mediocre, ante la gran cantidad de promesas realizadas, tanto como los miles de kilómetros viajado para obtener solo satisfacciones personales pero resultados positivos para el país, en realidad: “nandivera”. ¿Hacia dónde vamos Fernandito?, porque no estamos viendo un buen horizonte y según parece, no se te ve demasiado preocupado por eso, pero sí por una eventual y funesta reelección. ¡¡Que Dios nos libre de tamaña herejía!!. Amén. 

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