El Comité de Emergencia Nacional no está preparado para atender cualquier calamidad que nos sobrevenga ya que no cuenta con hombres capacitados, como tampoco un presupuesto para contratarlos y equiparlos. Es sólo una dependencia burocrática y figurativa. Pero también tengamos en cuenta que en este país, sólo el 10% de las empresas pagan sus impuestos como corresponde, por lo tanto ese es el gran justificativo de cualquier gobierno de turno. Una dependencia que también se presta para la corrupción, ya que el anterior titular, Arístides González, se encuentra procesado por mal manejo administrativo.
Las comisiones o comités de emergencias están estructuradas con el fin de enfrentar situaciones no comunes, como las actuales, y superarlas. A una organización de este tipo jamás debería sorprenderle una catástrofe, al contrario, debe anticiparlas. Para ello debe contar con las herramientas adecuadas y personal altamente calificado y entrenado para tales contingencias
Los comités de emergencia deben centralizar todos los recursos disponibles en el país, además de los propios y actuar con extremada rapidez para minimizar las pérdidas, tanto humanas y económicas. Todas las otras organizaciones, tanto estatales como privadas, deben someterse a su dirección, pues está capacitada para direccionar con exactitud los recursos humanos, materiales y de infraestructura necesaria para combatir cualquier contingencia.
En la mayoría de los países se sigue un procedimiento padrón, que está garantizado por sociedades más avanzadas y con más experiencia y recursos que los países sudamericanos. Mientras que en Paraguay todo ente estatal es sólo un botín político, y los nombramientos se realizan según el grado de amistad o afinidad partidaria con el presidente de la República de turno.
Los comités de emergencia deben centralizar todos los recursos disponibles en el país, además de los propios y actuar con extremada rapidez para minimizar las pérdidas, tanto humanas y económicas. Todas las otras organizaciones, tanto estatales como privadas, deben someterse a su dirección, pues está capacitada para direccionar con exactitud los recursos humanos, materiales y de infraestructura necesaria para combatir cualquier contingencia.
En la mayoría de los países se sigue un procedimiento padrón, que está garantizado por sociedades más avanzadas y con más experiencia y recursos que los países sudamericanos. Mientras que en Paraguay todo ente estatal es sólo un botín político, y los nombramientos se realizan según el grado de amistad o afinidad partidaria con el presidente de la República de turno.
Por lo tanto es muy lógico que cuando ocurran desastres como los de Ycuá Bolaños, la epidemia de dengue, las constantes inundaciones del Río Paraguay, las tremendas granizadas que rompen cientos de techos, los incendios repetidos de todos los años o la actual sequía en un 70% del territorio nacional, nuestro comité de emergencia no sirva absolutamente para nada.
Y no funciona porque sólo se cambia al titular de dicha dependencia, como si fuera un fusible, pero no se implementa un sistema que sirva realmente para el propósito con que fue creado. Es por eso que fracasa rotundamente una y otra vez y lo seguirá haciendo hasta que coloquen en su sitio, verdaderas personas capacitadas que sepan realmente lo que hacen y sepan manejarse en situaciones de verdadera crisis, y conduciendo a las otros entes estatales bajo su mando y siguiendo un plan maestro ordenado y coherente para cada tipo de catástrofe.
Un poco de historia
El Comité de Emergencia Nacional fue creado el 14 de abril de 1993, por medio de la Ley N° 153. En su Art. 2°, expresa que "El Comité de Emergencia Nacional tendrá por objeto primordial prevenir y contrarrestar los efectos de los desastres originados por los agentes de la naturaleza o de cualquier otro origen, como así mismo promover, coordinar, y orientar las actividades de las instituciones públicas, municipales y privadas destinadas a la prevención, mitigación, respuestas y rehabilitación de las comunidades afectadas por situaciones de emergencia".
El Comité de Emergencia Nacional fue creado el 14 de abril de 1993, por medio de la Ley N° 153. En su Art. 2°, expresa que "El Comité de Emergencia Nacional tendrá por objeto primordial prevenir y contrarrestar los efectos de los desastres originados por los agentes de la naturaleza o de cualquier otro origen, como así mismo promover, coordinar, y orientar las actividades de las instituciones públicas, municipales y privadas destinadas a la prevención, mitigación, respuestas y rehabilitación de las comunidades afectadas por situaciones de emergencia".
Está dirigido por un Consejo integrado por el Ministro del Interior, quien lo preside, el Secretario General de la Presidencia de la República, un Oficial de las Fuerzas Armadas de la Nación (Jefe del Estado Mayor Conjunto), un representante de la Policía Nacional (Sub Comandante), y un representante de cada uno de los siguientes Ministerios a través de sus Vice-Ministros: Hacienda, Salud pública y Bienestar Social, Obras Públicas y Comunicaciones, Educación y Culto, y Agricultura y Ganadería. Del Presidente del Consejo dependerá el Director Ejecutivo, y del mismo, el Director de Coordinación General.
Qué sucede actualmente
Medio país se encuentra en llamas, especialmente en los departamentos de San Pedro, Caaguazú, Concepción, Presidente Hayes y Amambay, en donde la situación es desesperante. A esto hay que sumarle una sequía espantosa como hacía más de 30 años que no se registraba tan rigurosa. Existen departamentos en donde hace 6 meses que no llueve y en algunos otros, lo ha hecho pero en una cantidad insuficiente.
Medio país se encuentra en llamas, especialmente en los departamentos de San Pedro, Caaguazú, Concepción, Presidente Hayes y Amambay, en donde la situación es desesperante. A esto hay que sumarle una sequía espantosa como hacía más de 30 años que no se registraba tan rigurosa. Existen departamentos en donde hace 6 meses que no llueve y en algunos otros, lo ha hecho pero en una cantidad insuficiente.
El presidente Nicanor Duarte Frutos anunció que alquilará un hidroavión ruso de gran capacidad, por 1 millón de dólares para luchar por espacio de cinco días contra los incendios que se están registrando en varios departamentos del país. A esto tendríamos que agregarle tres aviones hidrantes que serán enviados por el gobierno de Brasil, en calidad de préstamo, para ser utilizados en la lucha contra la quema de pastizales e incendios forestales.
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