Lo que ha pasado en Japón es realmente trágico, porque prácticamente casi no existen palabras para describir lo que las imágenes de todos los canales de noticias del mundo nos han mostrado. Primero fue un terremoto de 8,9 en la escala Richter, que sacude el litoral norte del país, con una fuerza tal que no se había visto nada igual desde hacía 140 años.
Tras este contundente impacto, en una población, totalmente confundida y sorprendida, le sobreviene un tsunami, con olas de más de diez metros de altura, arrastrando todo lo que encuentra en su destructiva marcha. La imagen de desolación que ha dejado a su paso, y reflejada en las caras de los protagonistas y en el mismo lugar de los hechos, es imposible detallarlo.