Como en todos los comentarios que hago, nunca son para acusar ni mucho menos para ofender ni agredir. El titulo si bien puede sonar algo “denso”; es solo para llamar la atención, de lo contrario, este escrito pasaría inadvertido, entre los cientos que realizan los profesionales de los medios que tienen mucho más oficio y conocimiento que quien dibuja estas letras.
Hecha esta pequeña aclaración, paso a relatar cual ha sido mi larga y no mi muy fructífera experiencia en mi trato con la gente de la izquierda. Sean tanto socialistas, comunistas, o cualquiera de los engendros inventados y que recorren una amplia gama y matices que va desde el brazo armado, ultra combativo, literalmente hablando, claro está, hasta llegar a los cómodos izquierdistas de escritorio y aire acondicionado.