Todo comenzó cuando tenía alrededor de los 13 ó 14 años, plena adolescencia, en el momento que empezaba a ver al mundo desde otra óptica. Un poco más critica pero con un profundo velo de romanticismo, muy propio de la edad.
Para esta época ya había leído todos los libros aconsejables para mi edad y comenzaba con los temas muchos más profundos que los clásicos adolescentes.