Existe un claro denominador común para todos los países integrantes del llamado “primer mundo”. Es algo totalmente desconocido en nuestro país y que a través de toda su historia, jamás se la tuvo en cuenta o bien bastante difícil de implementar: la planificación.
Pero
antes de esto, que sería el punto culminante de un consenso general; algo que
jamás ha sucedido. Es que los representantes del pueblo, los productores de
bienes y servicios y las mismas fuerzas vivas se reunieron en torno a una mesa
y se pusieron de acuerdo en el tipo de país que todos pretenden.
Por
lo tanto, sin consulta previa ni políticas de estado de corto, mediano y largo
plazo, ningún país deja de navegar por las aguas de la ignorancia, el atraso y
la pobreza extrema. Dejar todo a la improvisación o que el tiempo lo cure es
simplemente la esencia de la filosofía del gobernante mediocre.