martes, 5 de marzo de 2013

ALGO HUELE MAL EN MINGA PORÁ


En innumerables veces he hablado de la ineficiencia y dejadez de los funcionarios del Estado paraguayo. Pareciera que muchos de ellos dejaron de ser verdaderos patriotas, para convertirse solo en meros burócratas. Más interesados en cobrar sus miserables suelditos mensuales que prestarle un buen servicio a su patria.

Si hiciéramos un breve repaso tendríamos que en su momento, arremetí contra los funcionarios del MEC, que no fiscalizan a las nuevas universidades y ni sus enclenques planes de estudio. Como tampoco la infraestructura mínima para que funcionen como corresponde. Luego me acordé, de la ministra de Turismo a quien le vi mucho más trabajo de “marketing” que de resultados.


Más tarde con la gente de Emergencia Nacional, aún antes de la etapa de Camilo “Coquito” Soares. Y en donde declaraba que era una entidad totalmente inútil y que su nombre era demasiado pomposo en caso de una eventual catástrofe. Nunca quise ser malo ni ponzoñoso, pero el tiempo me dio la razón. Sin contar con el despilfarro y sobre facturación que todos conocemos.

No olvidé a la gente de CODENI, entidad con buenas intenciones, pero que con eso no basta, especialmente cuando se tratan de niños, y este es un ente no autárquico sin fondos propios, por lo que su personal solo se limita a tomar tereré y chatear por celular, ya que  sin fondos poco y nada se puede hacer.

El famoso INDI, tan politizado y que normalmente debería servir a la causa indígena, llega a ser tan ineficiente en su accionar que hasta causa irritación su ineptitud para revolver problemas de este tipo. Se debate en un caótico dejarse llevar por inescrupulosos campesinos, y codiciosos colonos brasileros.

Pero el problema se resolvería con un catastro nacional en donde se delimitara la tierra usurpada a las distintas parcialidades y expropiadas o arrebatadas indebidamente en su momento, pero que ahora, el actual INDERT, debería asumir los errores cometidos por sus antecesores.

Si hablamos de ineficiencia; la atención en todos los centros de salud y dispensarios del país, se llevan las palmas. La descortesía y la poca consideración hacia el enfermo, es el pan de todos los días, potenciándose, en el caso que el paciente sea pobre.

Es allí donde muchos pierden la propia dignidad, en las largas horas de espera, hasta ser atendidos. Y no sería nada extraño que alguno que otro, con el correr de las horas, se agravara su cuadro y la falta de atención urgente, quedara finalmente tendido en alguna camilla, hasta exhalar el último suspiro.

Al no emplearse una política de Estado, que sería una hoja de ruta para los funcionarios de los distintos entes y reparticiones. Algo que se implemente durante las sucesivas gestiones, tal como lo hace Brasil o Chile, quienes jamás destruyen lo hecho por el anterior gobierno, sino que lo continúan. Por eso ellos avanzan y nosotros giramos en círculos. Coherencia es la palabra indicada.

Por ahora estamos a años luz de eso, pero creo que en un futuro cercano, seguiremos sus ejemplos. Mientras tanto debemos debatirnos con la  mediocridad que tenemos, incluso con burócratas de jerarquía, quienes siguen defendiendo lo indefendible, aún sabiéndolo de antemano. Tal es el caso puntual de la SEAM.  

Resulta que directivos y asesores de la empresa Metálicos y No Metálicos Paraguay, se presentaron en las dependencias de aquel ente y solicitaron información completa sobre exploración, prospección y explotación de una  planta piloto de extracción de óxido de titanio. Ellos son representante en nuestro país, de la CIC Resources Inc., una compañía canadiense, líder en este ramo.

Esta firma tiene en fase de experimentación, un método revolucionario y único en el mundo y que por primera vez se va a utilizar. Y es justamente nuestro país el designado para tal honor. El titanio es un mineral sumamente raro en nuestro planeta y de allí que su precio sea tan elevado.

Según los canadienses, por medio de su óxido, podrían reconstituir a dicho mineral y por lo tanto haría que su precio fuera mucho más accesible y a la vez empleado en mayor escala en aeronáutica, en la industria de la construcción y en prótesis quirúrgicas, entre otros usos, por supuesto.

Con los formularios en su poder, dicha firma se puso manos a la obra. Compró 30 hectáreas en Minga Porá, departamento de Alto Paraná y dirigidos por el geólogo estadounidense David Lowell, se iniciaron las primeras obras y el montaje de las maquinas necesarias para dicho proceso. En la inauguración estuvieron todos los funcionarios de mayor jerarquía de la República, menos el presidente, quien estuve representado por Federico Franco.

Lo llamativo de todo esto, es que a los pocos días de esta pomposa inauguración, y sin previo aviso a la asesoría legal de la empresa, la gente de la SEAM se presenta en los portones de la compañía en una comitiva constituida por el ingeniero Ulises Lovera, director de Control de Calidad y la senadora Zulma Gómez, presidente de la Comisión Nacional de Defensa de los Recursos Naturales (CONADERNA) del Senado.

Aludiendo que la empresa no tenía ni los permisos y ni las autorizaciones pertinentes, por lo que en principio para una simple fiscalización de rutina, se convirtió en una seria intervención. La pregunta sencilla cae de madura: ¿Cómo se presentaron tantos funcionarios de primera línea, incluso podría haber asistido el presidente, si los canadienses no estaban en regla? 

Sin embargo la abogada Sandra Noguera representante legal y gerente de RRCC, contradice tales afirmaciones. Como ella dice, ninguna empresa que sea realmente responsable, invertiría tanto dinero si no tiene sus papeles al día. También es llamativa la visita de la senadora que, con una pléyade de funcionarios de bajo rango, se movilizó desde Asunción, por algo que muy poco entiende, a un costo verdaderamente millonario. 

Como saldo se puede decir que aquí claramente se ve un error garrafal de la SEAM, que por falso orgullo le impide reconocer que “metió la pata hasta el karakú”. Que extraoficialmente se huele el característico tufillo del incentivo, ya que una visita hecha a casi 500 kilómetros de Asunción, y sin aviso previo a la responsable legal de la firma demuestra cierta mala fe.

Pero lo peor de todo es que no abundan inversiones de este tipo que  generen tanta mano de obra. Todos sabemos que esto es vital para que el país despegue finalmente, pero con entes tan retrógrados como la SEAM, esto se torna casi imposible. No es la primera vez que le ponen palos a la rueda, en vez de acelerar sus tortuosos trámites.

Sin embargo jamás se manifiestan contra miles de verdaderos delitos ecológicos que ocurren todos los días, en nuestro país y que benefician a unos pocos, generalmente aquellos que están bien protegidos por los centros de poder local. Si así se procede, creo que van a terminar por espantar a todos aquellos que deseen invertir en Paraguay, pero si a la primera de cambio se les cambia las reglas, entonces algo mal se huele en Minga Porá.

1 comentario:

  1. Creo que las inversiones extranjeras irán en paulatino aumento en el Paraguay, como ya se ha venido registrando desde hace un par de décadas, principalmente en el sector agropecuario.
    Otro punto que debemos llevar en consideración, es el hecho de que ritmo de extracción de los recursos naturales del planeta está en franca decadencia desde la mitad de la primera década de este nuevo siglo. El motivo?: muy simple, se agotan.
    Justamente ahí está el quid de la cuestión: disminución de la disponibilidad de recursos en lo referente a calidad/cantidad, hará con que los precios de los mismos aumenten a tal punto que ya sean rentables de ser explotados en el Paraguay. Es justamente lo que ya está ocurriendo con el petróleo; tal como una vez Ud. dijera: la existencia del "oro negro" en el Paraguay es un "secreto a voces", a pesar de que la calidad del mismo sea bastante inferior.
    Para finalizar: el tema político de las "regalía$" a los mandamases y piracambuses sigue y seguirá de la misma manera que hace décadas; puesto que estos "gastos" ahora ya están contemplados en la agenda de las multinacionales interesadas en explotar los recursos del País. No como en los 80 cuando el Cuatrinomio de Oro le pidió no sé cuantos millones de verdes a la "Paraná River Mill" que quiso venir a instalarse en Cármen del Pna. (Yo lo recuerdo bien, pues vivía muy cerca de ahí).
    Y así son las cosas, Rister... Por lo demás, llueve sobre mojado. Buen blog el suyo. Saludos.

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