Hace un par de días atrás, encontré escrito algo en el FB, que me hizo pensar con detenimiento. Un amigo tenía etiquetada una foto, y de ella se desprendía un montón de cosas muy interesantes en las que nunca antes me había detenido a meditar, aunque más no fuera un par de segundos. Quizás por lo obvias que eran.
Como
poner fotos de personas con cáncer y diversos tumores, en los paquetes de
cigarrillos a fin de amedrentar al consumidor o por lo menos, concientizarlo
del riesgo que corre su salud. En esto estoy totalmente de acuerdo, por ser
protagonista del daño que el tabaco le hace al cuerpo. Solo con verme caminar y
jadear, se darán cuenta que ya queda muy poco de mis pulmones.
A
las buenas ideas hay que apoyarlas en un cien por ciento. Al menos, el
consumidor ya tiene un aviso de lo que le puede pasar en el futuro, si es que
exagera. Por lo tanto, tiene luego la opción de seguir envenenándose o dejar de
fumar. Pero la misión para la cual la foto fue colocada, cumplió totalmente su
objetivo.
Siguiendo
el mismo tren de razonamiento, podríamos colocarle una foto al envase de
cerveza, ya que su ingestión en exceso, provoca decenas de muertos y mutilados,
en las calles y rutas del país.
Por lo tanto, exhibir en el reverso de la lata o la botella, fotos
con algunos cadáveres desfigurados o jóvenes inválidos que abusaron, hasta más
no poder del alcohol, eso es hasta ingenioso.
Luego
podríamos poner fotos en los envases de McDonald y en el de todas las cadenas
de hamburgueserías; para prevenir al
consumidor distraído, como las grasas, las frituras, los pésimos aceites
y los sobrantes de los cortes de carne le hacen a las pobrecitas arterias de
menor calibre.
Podrían
incluirse también, en dichos envases, técnicas básicas de resucitación ante un
eventual paro cardíaco, por fulminante trombosis coronaria. Tanta grasa
acumulada en las paredes, produce un
daño impredecible.
Ninguna de las llamadas “comidas rápidas” es buena para la
salud. Porque generalmente, los aceites utilizados son de mala calidad y
virtualmente “quemados” y vueltos a usar en más de dos oportunidades.
También
no sería una mala idea, colocar fotos de los animales que se cazan, torturan y
matan para fabricar productos cosméticos. Pero aparte de esto, 38 mil animales
más, mueren solo en Europa, a consecuencias de los experimentos que muchos
laboratorios realizan en ellos.
Son
empresas harto conocidas como Ambre Solaire, Cacharel, Ciba-Geigy,
Colgate-Palmolive, Dolce&Gabbana,
Fendi, Gillette, Giorgio Armani, Gloria Vanderblit, Laroche, Hanorah,
Harriet Hubbard Ayer, Helena Rubistein, Johnson&Johnson, Lancome, L´Oreal,
Nina Ricci, Paloma Picasso, Panten, Pierre Balmain, Pond´s, Squibb,
Schwartzkopf, entre las empresas conocidas.
Estas y otras firmas comerciales,
figuran en todas las asociaciones nacionales e internacionales de protección
animal. Lo
dicho más arriba se refiere únicamente a los animales utilizados en la rama de
productos cosméticos, pero también deberíamos colocar fotos en aquellos
comercios que venden pieles legítimas de animales y exhibir las cruentas
matanzas que se hacen de focas, ballenas, renos, martas, visones y hasta con la
piel del bebe canguro, con las que, firmas como Adidas y Topper, confeccionan
los mejores botines de fútbol.
Sería
muy simpático que en las boletas de votación, figuraran las fotos y datos
completos de todos aquellos políticos
deshonestos y ladrones que durante el período anterior, disfrutó de nuestro
dinero, acrecentando considerablemente su patrimonio. Se podría adjuntar a esto
las últimas cinco declaraciones de impuestos. Con esto estaríamos en sobre
aviso contra delincuentes políticos.
Sería
interesante que con los formularios que se deben completar para el IPS,
figurara necesariamente, en un “dossier” adjunto, las fotos de todas aquellas
prepotentes y maleducadas recepcionistas con que cuenta dicha aseguradora
estatal de salud. Sin olvidar a todos aquellos médicos que vienen al consultorio
a la hora que se les viene en ganas.
Otros
que no deberían faltar en esta imaginaria lista de verdaderas plagas para la
sociedad, serían las empresas de video cable; quienes deberían proveer, dentro
de su revista de programas mensual, las fotos de los responsables que cambian,
omiten o mienten con la emisión de tal o cual programa de interés.
Eso
sin contar que en ningunos de los contratos se estipula que cuando existe dos o
tres días sin conexión, la empresa asuma su error, falla, negligencia o lo que
sea y el usuario no pague la ineficiencia de la empresa. Como cuando el
propietario de la señal le cambia el código de acceso, para evitar ser
pirateado.
Otra
buena medida sería colocar la foto de los gerentes de los supermercados, en las
puertas de vidrio de la entrada. A fin de saber quién es el responsable, por la
no devolución de sus doscientos o trescientos guaraníes y que sus bolsillos se
llenen de caramelos, fósforos, chicles, y demás porquerías que uno debe admitir
pero que ellos no lo recibirán de ningún modo, como moneda de cambio.
También sería prudente colocar fotos, en el lateral de acceso, en los ómnibus de pasajeros, indicándole a los eventuales usuarios, el riesgo que corre al tomar dicho vehículo. Serian tipo íconos como las señales de tránsito e indicarían el grado de suciedad en que se encuentra, asientos rotos, pasamanos arrancados, ventanillas quebradas o sin poder cerrar, estado de los frenos y cubiertas.
En
resumen, aquellas fotos puestas en las cajas de cigarrillos, pueden ser el
punto de partida para otros casos, como los ya citados en el presente
comentario, pero que pueden ser extensivos a otros productos o instituciones
públicas o privadas, tal el caso de las empresas de telefonía celular, por
citar otro ejemplo.
Con
esto los castigados consumidores, tendrían al menos una posibilidad de
encontrarse informados y nunca ser tomados por sorpresa, constituyendo eso de
por sí, una cruda y vil estafa al bolsillo de usuario así como de su total
integridad física. Para que al final seamos
justos, al menos una vez con ellos.
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