Es la única salida que tiene nuestro país de encarrilarse y abandonar los últimos puestos en la tabla de posiciones en cuanto a nivel de pobreza, PBI (producto bruto interno), desempleo y calidad de vida. No sólo es la única, si no la mejor, ya que bien encarada tiene un efecto multiplicador impresionante.
El primer paso sería la simplificación de toda la tremenda papelería burocrática existente. Lo siguiente, la conveniencia de un crédito automático ante la presentación de la carta de crédito en alguna entidad financiera oficial. ProParaguay, el Ministerio de Relaciones Exteriores y La Dirección General de Comercio Exterior (DGCE), dependiente de la Subsecretaría de Estado de Comercio, son meras figuras decorativas que no operan de verdad, sólo son apenas meras oficinas administrativas.