La iglesia Universal del Reino de Dios (IURD), cuyo slogan es “Pare de Sufrir” ha encontrado en Paraguay una tierra fértil para atraer a muchos seguidores incautos, que recurrieron a los templos esparcidos por varias regiones de la república, en busca de soluciones a sus problemas. Sin embargo estas, nunca pasaron de promesas. No obstante la presencia de esta iglesia, que otros lo califican de una simple secta, no pasa de ser un gran negocio para su máximo líder, Edir Macedo, que recibe unos 30 millones de dólares, mensualmente desde nuestro país. Esta sideral suma es obtenida a base de mentiras y chantajes en perjuicio de sus fieles.
Desde que desembarcó en Paraguay, en 1992, fue la política implementada por los seguidores de la filosofía de Macedo. Durante los primeros cuatro años, la indiferencia fue casi total por parte de nuestros compatriotas, pero tanta era su propaganda, como las necesidades del pueblo que poco a poco fue venciendo la tímida resistencia.