jueves, 27 de enero de 2011

¿EXISTEN LOS EXTRATERRESTRES? - PARTE II

Dos hechos mucho más recientes


1.- Un teniente de la Fuerza Aérea Paraguaya, al mando de un escuadrón de cinco aviones Tucanos, hacían un vuelo de entrenamiento, en el trayecto entre Pedro Juan Caballero y Asunción, fueron virtualmente perseguidos, a muy corta distancia, por una formación de tres objetos que volaban en su misma dirección. Inútilmente el teniente intentó su identificación por radio, al violar el espacio aéreo paraguayo.

Pero esta insólita escolta tomó su propio rumbo a unos 50 kilómetros antes de llegar a Asunción. Solo aceleraron y desaparecieron en el horizonte. El teniente lo reportó, más las autoridades de esa época le dieron poco crédito al relato y todo quedó en el olvido.

2.- El comandante de un avión comercial de la desaparecida Líneas Aéreas Paraguayas (LAP), también divisó ovnis, mientras regresaba de un vuelo desde Buenos Aires, pero esta vez tanto la tripulación como los pasajeros fueron testigos durante unos 15 minutos del fenómeno. Existen fotos tomadas por aficionados que salieron en todos los periódicos y la noticia dio la vuelta al mundo.

 Sin embargo, el comandante y los testigos fueron desacreditados, y tratados como partícipes de un fraude colectivo. Dicho comandante por esparcir dicha noticia cayó en desgracia al ser despedido.

¿Vikingos o Extraterrestres?

El doctor Jaime M. de Mahieu, célebre antropólogo y arqueólogo argentino, testificaba que los vikingos estuvieron en la Cuenca el Plata al menos un siglo antes que Colón, y dejaron sus huellas. Una de estas, son las rocas grabadas en el Cerro Guazú de la Cordillera del Amancay.

Existen allí dibujadas, infinidad de runas, la escritura vikinga. La lengua guaraní tiene numerosas palabras del norrés que ablaban los vikingos. La toponimia recogida por los jesuitas (Weibingo, Storting, Tocanguzir), por citar algunos, tiene indudablemente origen vikingo. La aldea guaraní está copiada de la fortaleza vikinga.

Mahieu realizó cuatro campañas de investigación en nuestras ierras, enlazando a los guaraní con los vikingos, cuyo descendientes, serían "indios blancos" o Guayaki. La extinta tribu descendería de un conjunto humano de raza blanca y biotipo longilíneo. Estaban ligeramente mestizados con mujeres amerindias en una época relativamente reciente.

Los varones guayakí tenían piel clara, barba tupida rubia o pelirroja, el cabello raleado en la coronilla y el microscopio reveló que dicho cabello era propio de la raza blanca. Muy parecidos físicamente a nuestro querido jugador Carlos Gamarra, para dar un claro ejemplo de su biotipo. Mahieu falleció hace muy poco. Es autor entre otros libros de "El rey vikingo del Paraguay" (Hachette, 1979), fundó el Instituto de Ciencia del Hombre y fue profesor en la Universidad Nacional de Buenos Aires.


Sin embargo recientemente una expedición japonesa, de la Cátedra de Antropología de la Universidad de Osaka, realizada en el año 2005, que trajo equipos electrónicos de última generación, contradice a Mahieu, sosteniendo que dichos trazos tienen poca relación con el vikingo y no se asemejaban a ninguna escritura que se hubieran observado en todo este planeta.

Testimonios de la Biblia



La Biblia sigue siendo gran referente alienígena

Génesis 6,1-4
“Cuando los hombres comenzaron a multiplicarse sobre la Tierra y les nacieron hijas, y vieron los Hijos de Dios que las Hijas de los hombres eran hermosas, tomaron de entre todas ellas por mujeres las que les agradaron. Entonces dijo Yahvé: no permanecerá para siempre mi espíritu en el hombre, a causa de su delito; no es más que carne, y serán sus días ciento veinte años.

En aquellos días había Gigantes en la tierra, y también después, cuando los Hijos de Dios se llegaron a las Hijas de los hombres y ellas les dieron hijos. Estos son los héroes, los varones famosos de la antigüedad”.


La misma Biblia habla de relaciones carnales entre hombre venido del espacio y mujeres terrestres. De esas uniones, nacieron los gigantes. Hay que resaltar que se han descubierto esqueletos humanos de 2,5 m hasta de 4 m de altura, como el caso de Noé y Goliat.

Otro hecho que también llama la atención, es la edad de los primeros patriarcas como Enoc y Matusalén que vivieron hasta 976 años, pero a medidas que se unían a mujeres terrestres, su descendencia decrecía en longevidad, como Moisés que solo vivió 120 años.

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