Así como es muy recomendable usar tanto el condón masculino como el femenino, para prevenir el embarazo y las enfermedades venéreas, considero que muchos de nuestros pésimos parlamentarios, también los deberían usar, pero en sus lenguas.
El motivo es muy simple. Muchas de las frases y dichos, empleadas por estos, están cargadas de un alto índice de contaminación de estupidez, mentira e hipocresía y que eventualmente pueden ser tan transmisibles como lo es, el sida. Tengo que reconocer que la población paraguaya ha creado, con el correr del tiempo, una cierta cantidad de anticuerpos, en sus oídos, pero siempre puede caer en las redes, algún que otro ciudadano un tanto desprevenido.
Se podría hacer una larga lista de los principales “blooper verbales” y estos alcanzarían a llenar una guía telefónica completa. Sin embargo solo detallaré los últimos y más fresquitos que mi memoria pueda recordar. Tras la sanción de 60 días, sin goce de sueldo, al senador Juan Carlos Galaverna, cosa ésta ridícula, ya que ni el monto ni el castigo impuesto hacen mella en su persona, cuando en realidad tendría que ser desaforado por sus pares y enjuiciado por delito electoral.
Este extraño personaje de la política criolla calificó de cínica e hipócrita la actitud asumida por los senadores que votaron por su suspensión. “No hay ningún solo senador que no conociera los hechos del 92” , dijo el funcionario y sostuvo “podrán lograr suspenderme pero no doblegarme”. Esta frase merecería doble condón.
El presidente Nicanor Duarte Frutos dijo recientemente, por todos los medios, que “su gobierno logró la paz social, en el país, en los últimos cinco años”. Vaya que lo logró, que en ese tiempo, se fueron 400 mil compatriotas al exterior porque ya no tenían más porvenir en este país, y las cifras no mienten.
Si en el 2003 existían 21,3 % de pobre y 20,1 % de pobreza extrema, lo que hace un coeficiente total de 41,4 %, termina su período con 26,5 % de pobres y 16,6 % de extrema pobreza representando 43, 1 %. En resumen, no se empeoró solo la cosa, si no que condenó a la miseria, a miles de paraguayos que confiaron en él.
El senador Alfredo Jaeggli se ha mostrado muy preocupado, en estos días, debido al filtrado de la pornografía dentro del recinto parlamentario. Ha hecho varias demostraciones de protesta, ante tal medida, como por ejemplo, mostrar una camiseta con el respectivo logo alusivo.
Sin embargo, este funcionario público, que no ha sabido utilizar toda la libertad que su investidura requiere y que en los 15 años en que ocupa el cargo, jamás se ha preocupado por las libertades de los otros, debería emplear más su tiempo en controlar y fiscalizar los actos de la comisión que preside, en vez de perder el tiempo y el dinero de los contribuyentes.
De igual modo que su “socio“ Armándo Espínola que en vez de prestar atención, en una sesión parlamentaria, en que se debatía la creación de la Orquesta Sinfónica Nacional, se dedicaba, muy entusiasmado, al chateo erótico. Si estos pésimos empleados del Estado, malgastan su tiempo y los bienes públicos, en largas horas de masturbaciones mentales, esta totalmente justificado que nos encontremos, en donde estamos.
El ignoto dirigente campesino Elvio Benítez, quien le está tomando el gusto a la notoriedad, y que bien puede ser próximamente otro “digno” diputado más, dijo recientemente que “las invasiones de tierras son necesarias, ya que las necesidades de la gente son enormes, agregando que ”la invasión (de tierras) es legítima, no puede ser que nuestros campesinos estén sin suelo”.
Esto significa que lisa y llanamente, se mata de risa de la Constitución y de todas las leyes complementarias. Por lo tanto para él, no existe la propiedad privada. También cree que todos los agricultores brasileros son culpables de la pobreza del campesinado paraguayo. ¡A otro perro, con ese hueso!
Pero mucho más incongruente suena el justificativo de las invasiones de tierra viniendo del abogado Miguel Abdón Saguier, presidente del Congreso Nacional y abogado especialista en derecho de registro de marcas y la propiedad inalienable intelectual de estas. Sus últimas declaraciones justificando, de manera grosera, las ocupaciones de propiedades privadas, dándole un tinte de legitimidad al llamado “último recurso”. Dentro del estado de Derecho, la invasión es imperdonable por cualquier motivo. Después de 30 años de ejercicio de la abogacía, Miguel Abdón Saguier ya lo debería de saber, más que de memoria.
Recientemente, el diputado Víctor Bogado afirmó, muy suelto de cuerpo, que la única intención que tiene el presidente Nicanor Duarte Frutos, es pacificar los ánimos en el seno del Partido Colorado, y si es preciso, está dispuesto a hacer renunciamientos. Después de tantos años en la función pública, todos conocemos el pensamiento del presidente, y este no es capaz de resignar nada, al contrario, pretendería seguir acumulado poder, si le dejan, por supuesto.
Por lo tanto le recomiendo a todos los políticos irresponsables, que piensen un poco antes de abrir sus bocas, ya que no solo se necesitarán condones para sus lenguas, si no también condones para los castigados oídos de los ciudadanos de este país.
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