Muchos comentarios le he dedicado a nuestra educación, en el curso de estos últimos casi cinco años. El primero que recuerdo era: “Mamá, me recibí de mediocre e inútil” y en el que me refería al egresado/a de la enseñanza media que se enfrenta al mundo real, y no tiene los elementos necesarios ni suficientes como para acceder a un buen empleo, ya que esta no lo capacita para nada.
Luego recuerdo a “La Bombachocracia nos ataca” donde comento del raro fenómeno que se está produciendo, al encontrar en un aula universitaria a 40 mujeres y solo a 4 ó 5 varones, con lo que puede producirse, en un corto tiempo, que las mujeres profesionales deban elegir a su pareja entre mecánicos, chóferes, o mozos de bar. Sin ánimo de desmerecer a estos oficios.