domingo, 12 de septiembre de 2010

NICANOR SE TRAGÓ UN ENANO FASCISTA

Durante toda su campaña proselitista, Nicanor llevó como estandarte las banderas del coloradismo, que reivindicaba la justicia social entre los desposeídos y pugnaba por la igualdad de oportunidades entre los que nada tenían. Por un tiempo, tuvo el  índice de popularidad más alto y por más tiempo, desde el golpe.

Sin embargo, no pasó del simple discurso electoralista, que él también supo disfrazar con palabras dulces en guaraní, pero que a la hora de la verdad: “nandivera”. En estos 6 últimos meses, ya totalmente desgastado ante la opinión pública, y visiblemente preocupado por su reelección, más que en gobernar al país, comenzó a observarse en él, un malhumor cada vez más frecuente.  

Es como diría mi abuelo, si estuviera vivo, que esos lances groseros que se manda de vez en cuando, sólo son desesperados manotazos de ahogado. Y por eso digo que Nicanor se tragó un enano fascista, que lo tiene atragantado, bien en el medio de su garganta y no lo puede escupir por nada del mundo.

El verdadero significado de “enano fascista”, según dicen los siquiatras, es que todos tenemos una especie de enano, algo así como nuestro “pombero”, metido en el alma, que es todo lo malo que  queremos ocultar, por lo menos, a la vista de los demás, pero que en determinados momentos y circunstancias sale a la superficie y hace de las suyas. Rápidamente les cuento tres ejemplos que pintan al “enano fascista” que todos tenemos dentro nuestro.

Un presentador de la BBC, durante un programa en vivo, se le escapó y dijo al aire: “pero si es un judío de mierda”. Demás está decir que fueron tantas las llamadas al canal que al tipo lo echaron sin más ni más. ¿Qué hombre no ha dicho alguna  vez?, ¡¡anda a lavar los platos!!, ante cualquier maniobra titubeante de alguna mujer que estuviera al volante.

O cuando tuve la ocasión de ver el partido de Ecuador-Paraguay y uno de los jugadores de color de aquel país, le sacudió a Cabañas y éste cayó al suelo hecho un ovillo de dolor y un compañero ocasional se levantó y dijo fuerte, para que todo el mundo lo oyera:” tenía que ser un negro asqueroso, para hacer semejante cosa”.

Volviendo al tema que nos trajo hasta aquí, los primeros síntomas en Nicanor, los percibí, cuando inició sus ataques a la prensa local, culpándola  de todos sus males y por encima de esto, que constituía un factor de desestabilización de la famosa “ñembo” democracia, implantada desde hace 60 años y que como siguen las cosas, sin alternancia por otro 60 años más.

Luego, cuando atropelló sin piedad, contra el mayor oponente surgido de una rara mezcla de concertación por un lado y desbande de fuerzas por el otro. Este duro contrincante, recién llegado del mismo seno de la Santa Iglesia Católica, recibió un llamativo “marcante” por parte, del presidente de un poderoso pero muy pequeño partido, que luego se retiró ofendido y al que denominó “SUPOSITORIO”, porque la única forma de encajarlo es por atrás y por la fuerza.

Sin embargo quien más bofetadas recibió durante este tiempo, fue su ex-vicepresidente. Parece que nuestro querido Nicanor tiene los reflejos lentos, ya que tardó 4 años y medio en darse cuenta que su socio en la fórmula, era un corrupto, que su declaración jurada no coincidía con sus bienes personales, que era un gran derrochador en el ejercicio de la vicepresidencia, después de cuatro presupuestos, recién tomó conciencia. Pero lo peor de todo es que el vice lo desafió al ponerse en la vereda de enfrente y eso al enano fascista no le gustó para nada.

Otro tema importante e irritante, pero que le encontró astutamente una solución, no importa que violara al menos 12 artículos de la Constitución Nacional y otros tantos del Código de Justicia Militar, pero se sacó una buena piedra de su zapato. Es más, forzó tanto la justicia en favor de aquel militar enano, que  ahora ha comenzado las gestiones para que el Vaticano lo declare a la brevedad, “santo y mártir”.

Menos mal que ya le queda muy poco tiempo a nuestro querido Nicanor, en su cargo, porque si no, ya estaría implementando una versión muy particular, según su propia óptica,  de lo que debería ser una verdadera Ley de Prensa. En dicho proyecto consta que no existe la prensa independiente, ya que si se toma partido a favor o en contra del presidente, ya no se es totalmente independiente.

Esperemos que el tiempo pase lo más rápido posible antes que haga cosas más descabelladas, como lo hace su amigo el venezolano Chávez, que quiere prohibir el uso de la minifalda en todo el territorio de su país. Espero que Nicanor escupa a su enano fascista pronto antes que sea demasiado tarde.

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