Nuestro querido hermano y vecino Brasil, festeja el carnaval como si fuera una verdadera religión, dándole todo el tiempo y el esfuerzo necesario para que el evento salga a las mil maravillas. Apenas terminan uno, descansan un par de días y luego vuelven a trabajar organizando el próximo. Sin embargo, con cierto orgullo podría decir que a los brasileros les llevamos una considerable ventaja a nuestro favor.
Nosotros no precisamos de ningún tipo de preparación previa, ni organización, ni comparsas, ni bailes especiales ni ensayos de ningún tipo, y mucho menos de rebuscados trajes y carrozas alegóricas. Es más, ni siquiera precisamos de un sambódromo. ¿Por qué?, se estarán preguntando, mis queridos lectores. Sencillo, la respuesta es más que sencilla, el título lo dice todo. Porque en Paraguay todo el año es carnaval.
Tenemos el sambódromo más grande de todo el mundo. De aproximadamente 406 mil km2, en donde nuestras autoridades nacionales nos hacen bailar durante los 365 días del año, al ritmo de la polka y el reggaeton.
Este es el país de los amigos y también de la “joda”, eso hace que la imagen que proyectamos tanto entre nosotros mismos como la que irradiamos al exterior sea muy poco creíble. Los ejemplos de lo que estoy afirmando son tantos que no me alcanzarían estas mezquinas 70 líneas que dispongo. Hace un par de días se murió una nena porque sus padres no contaban con 500 mil guaraníes para su atención en un centro de salud. ¡Viva la joda!
A un ciudadano le pegan los guardaespaldas de Nicanor y en la comisaría no le quieren tomar la denuncia. ¡Viva la joda! En la aduana le decomisan una docena de pollos a un pobre almacenero, sin embargo a su lado pasa una carreta de 35 toneladas con azúcar brasilera y los tipos miran para otro lado. ¡Viva la joda! Los funcionarios que tienen títulos universitarios falsos y cobran por ello, cuando lo descubren solo le hacen un simple sumario. ¡Viva la joda!
En caso de ser un aduanero, policía, agente de tránsito, empleado municipal u otro tipo de funcionario de Estado que ha sido atrapado cometiendo un delito, es premiado con un traslado a otro lugar del país, hasta que se enfríe la cosa. ¡Viva la joda! Un intendente le promete a los mesiteros, que no les van a echar de sus casillas, si es que lo votan, lo hacen y luego, a los tres meses le pasan la topadora por encima. ¡Viva la joda!
Cinco presidentes estuvieron involucrados hasta las manos con decenas de chanchullos y aún con pruebas concretas de enriquecimiento ilícito, la Corte los declaró sobreseídos e inocentes de culpa y cargo. ¡Viva la joda! Se envía los chicos a la escuela y a los quince minutos están de vuelta porque ese día tampoco hay clases, ya que hay huelga de maestros o llueve mucho, o hay desinfección o los compañeros practican para el desfile o la maestra tiene dolores menstruales, o es San Corneta, o el Día del Pichirulo. En fin, nadie sabe en donde están los 200 días de clases. ¡Viva la joda!
Llega una intimación de Ande, Copaco, Impuesto Municipal o lo que fuere, para que se pague urgentemente una presunta boleta impaga de hace 3 años. Por lo tanto hay que revisar todos los viejos papeles de la casa, para saber en donde cuernos la hemos metido. Medio día perdido ante una recepcionista que no entiende razones y a la cual debemos justificar un pago ya hecho. Sin embargo, jamás aceptarán el grave error cometido en base a su ineficiencia y para rematar, ni siquiera le darán las disculpas del caso. ¡Viva la joda!
Como antes dije, los ejemplos abundan de sobra y podríamos seguir riéndonos juntos, de tantas cosas trágicas, que le suceden a nuestro querido país, pero para cerrar el comentario les ofrezco un chiste a su consideración, que no por ser viejo deja de tener vigencia:
Dos tipos pasan frente al Congreso paraguayo y escuchan gritar:
- ¡¡¡Asesino!!!
- ¡¡¡Ladrón!!!!
- ¡¡¡Corrupto!!!!
- ¡¡¡Estafador!!!!
- ¡¡¡Asesino!!!
- ¡¡¡Ladrón!!!!
- ¡¡¡Corrupto!!!!
- ¡¡¡Estafador!!!!
- ¡¡¡Traficante!!!
- ¡¡¡Contrabandista!!!
- ¡¡¡Falsificador!!!
Y uno le dice al otro:
- ¡Epa!, parece que se están peleando, ¿no es cierto?
Y el otro le contesta muy enojado:
- No, bestia, ¿no ves que están pasando lista?, ¡Viva la joda!
Y uno le dice al otro:
- ¡Epa!, parece que se están peleando, ¿no es cierto?
Y el otro le contesta muy enojado:
- No, bestia, ¿no ves que están pasando lista?, ¡Viva la joda!
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